LI CH'ING-CHAO (traducido como Li Qingzhao)
(1084?-1151) nació en Li-ch'eng, la actual Jinan, y vivió
en los tiempos intermedios entre el Sung del Norte y el
del Sur (la Dinastía Sung, 960-1278, pasó de tener su epic-
centro en el norte al sur). Se dice a menudo de ella que es la
mayor poeta lírica de China. Es la sucesora de Su Tung-p'o y
la precursora de hsin Ch'i-chi. Hija de un distinguido hombre
de letras, nuera de un ministro, esposa de un oficial menor de
excelente educación, su reputación como poeta se estableció
temprano en su vida. Luego aparecieron una sucesión de
tragedias: la pérdida de su casa por la invasión Tártara, la
temprana muerte de su marido, y las desventuras de su vida
posterior a estos hechos, que causaron la pérdida de una bue-
na parte de su obra, de la que han sido rescatados unos 50
poemas. Su feliz matrimonio aparece reflejado en varios de
sus textos. Ambos colaboraron juntos en el llamado Chin
Shih Lu, un monumental catálogo de sellos artísticos de pie-
dra y bronce, además de objetos artísticos de sumo interés
arqueológico.
Kenneth Rexroth considera que Li Ch'ing-chao es la mayor
poeta china de toda la historia. Cuenta que con su marido,
Chao Ming-ch'eng, sostenían concursos entre sí y con otros
amigos literarios. Durante la invasión de los Tártaros Chin,
fue quemada la casi totalidad de las colecciones que habían
realizado juntos: bronces, sellos, manuscrito, caligrafías y
pinturas. Equivalentes al contenido de diez edificios.
Rexroth describe tres etapas en la escritura de Li Ch'ing-
chao: el de la felicidad matrimonial; el de la desolación an-
te la muerte del marido; el de la creciente soledad durante el
envejecimiento.
En su poesía intenta recapturar el pasado, para preservar
el presente. Ella lo describió así: "lo que quería era, aún,
aferrarme a un momento del tiempo".
FELIZ Y ACHISPADA
A la tonada "Un canto de sueños"
Me acuerdo en Hsi T'ing,
Todas las tantas veces
Que nos perdimos al atardecer,
Alegrados por el vino,
Y no podíamos encontrar el camino de vuelta
Después de haber satisfecho nuestro placer.
Condujimos el bote en la oscuridad.
Por error remamos hacia densos
Cúmulos de flores de loto,
Y alertamos a las gaviotas y garcillas
De las barras de arena.
Se agolpaban en el aire
Y se alejaban aleteando nerviosas
A la orilla opuesta.
A la tonada "La honra del pescador"
Los cielos se unen con las nubes.
Las grandes olas se mezclan con la niebla.
La Vía Láctea parece
rotar sobre sí misma.
Mil velas bailan.
Soy arrebatada al lugar del Supremo,
Y escucho las palabras del Cielo,
Preguntándome adónde voy.
Yo contesto: "Es un largo camino,
Más allá del atardecer."
Al escribir mis poemas palabras asombrosas acuden
invisiblemente.
El enorme pájaro peng está volando
En un viento de mil millas.
Oh viento, no te detengas.
Mi frágil bote debe alcanzar las tres montañas sagradas.
[El pájaro peng es un ave de presa legendaria]
LA TRISTEZA DE LA PARTIDA
A la tonada "Las mariposas aman las flores"
La lluvia cálida y el viento puro
Por primera vez han roto
Y alejado el fresco.
Húmedo como los sauces,
Ligero como las flores del ciruelo,
Mi corazón revive con la primavera.
Pero ahora no hay nadie para compartir conmigo
Las alegrías del vino y la poesía.
Las lágrimas estrían mi maquillaje.
Mis horquillas son demasiado pesadas.
Me pongo mi nueva bata acolchada
Cosida con hilo dorado
Y me arrojo contra una pila de almohadas,
Aplastando mis horquillas de fénix.
Sola, lo único que puedo abrazar es mi pena.
Sé que no vendrá un buen sueño.
Así que me quedo hasta después de la medianoche
Recortando la mecha humeante de la lámpara de flores.
Tonada: "Música pura y serena"
Año tras año en la nieve
recogíamos flores de ciruelo mientras bebíamos.
Arrancando todos los pétalos sin ninguna intención,
mojando nuestras ropas con puras lágrimas blancas.
Este año estoy en el fin del mundo,
hebra por hebra mi pelo encanece.
A juzgar por la fuerza del viento de la noche
será difícil cruzarnos con esos pétalos de ciruelo.
EL FIN DE LA PRIMAVERA
Tonada: "La primavera en Wu-ling"
El viento decrece - una fragancia
de pétalos recién caídos;
es tarde en el día - estoy demasiado cansada
como para peinar mi pelo.
Las cosas permanecen pero él se ha ido
y con él todo.
En el borde de las palabras: las lágrimas fluyen.
Oigo decir que la primavera en Dos Ríos aún
está preciosa;
y anhelo flotar hasta ahí en un pequeño bote-
Pero temo que mi frágil barquita 'saltamontes'
no podría cargar con esta pesada pena.
FUENTES
Kenneth Rexroth & Ling Chung. Women Poets of China.
New Directions, 1982.
Wu-chi Liu and Irving Yucheng Lo. Sunflower Splendor.
Three Thousand Years of Chinese Poetry. Indiana Univ.
Press, 1990.
También he utilizado el hermoso libro de Tony Barnstone
y Chou-ping, The Anchor Book of Chinese Poetry, para co-
tejar algunas versiones.
Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)
1 comentario:
Maravillosos y delicados poemas, un lujo leerlos!
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