miércoles, 24 de mayo de 2023

DOS POEMAS DE HUGO CLAUS

  




 EN LOS CAMPOS DE FLANDES


 El suelo aquí es el más rico

 Aun después de todos esos años sin bosta

 podías hacer crecer un puerro de un hombre-muerto

 mejor que el mejor.


 Los veteranos británicos escaseaban.

 Cada año le señalaban a sus cada vez más escasos amigos:

 Colina Sesenta, Colina Sesenta y uno, Poelcapelle*.


 En los Campos de Flandes los zorros marinos conducen

 en anillos más apretados alrededor de las líneas serpenteantes

 de bolsas de arena endurecidas, las tripas de la muerte.


 La manteca local

    sabe a amapolas.



 * Poelcapelle: batalla que tuvo lugar en Flandes, Bélgica, el

9 de octubre de 1917, entre ingleses y alemanes.

  Zorros marinos, puede traducirse por "tiburones".




 FLANDES OCCIDENTAL


 Un canto enjuto un hilo oscuro

 La tierra como una sábana

 Que se hunde


 La primavera tierra de leche y granjas

 Niños madera-de-sauce


 Febril tierra de verano cuando el sol

 Desova a sus pequeños en el maíz


 Recinto dorado

 Cuando los granjeros sordomudos ante sus muertas chimeneas

 Le rezan a Dios que  "les perdone

 Sus infracciones contra nosotros".

 

 Con los pescadores ardiendo en sus botes

 Con los animales moteados las mujeres espumeantes

 Que se hunden


 Tierra yo amanezco en vos Mis ojos son añicos

 Yo estoy en Itaca con agujeros en mi piel

 Yo tomo prestado tu aire cuando hablo

 Tus arbustos y tilos están disimulados en mis palabras


 Mis cartas son Flandes Occidental duna y pólder


 Yo me ahogo en vos

 Tierra sos un gong en mi cráneo y a veces

 Luego en los puertos

 Un caracol: Mayo y oscuridad escarabajo tierra

 Brillante



 Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c.)



HUGO CLAUS (1929-2008) es uno de los mayores escrito-

res flamencos, con una obra inmensa: docenas de piezas

teatrales, novelas (más de 20) y miles de poemas. Su negro

sentido del humor, su profunda relación con su lugar de per-

tenencia, la originalidad de su mirada, iluminan sorpresiva-

mente al lector. Espero que eso sea lo que ocurra con esta bre-

ve muestra de sus poemas. 



 FUENTE


 Modern Poetry in Translation. No.2, 2013. Between Clay

and Star.


 

NOTA


 Algo debe andar mal. Leo, leo y no me alcanzan las pala-

bras, no me llegan a algún lugar fecundo del cerebro. Bue-

no, dejemos de lado el cerebro, demasiado 'científico'. Pa-

semos a la mente. Dos libros, de Claudio Magris uno, Ins-

tantáneas, de Hugo Claus el otro, Una dulce destrucción.

 Mi plan era deslizarme por las cinco novelas que tengo de

Claus, seguramente sugerido por algún rincón de esa mente

que mencionaba, después de traducir un par de poemas su-

yos. Dicen que escribió miles. No me sorprende y está bien

porque no debería hacerlo. Siempre creí que se podía escri-

bir interminablemente, si uno enganchaba el trole del tran-

vía en el circuito correspondiente: el resto sería largarse a 

andar por ese riel transportador. Pero yo estaba hablando 

-la dispersión, la dispersión- de esas novelas del flamenco:

"El deseo", "El pez espada", "Belladona", "El asombro", y

el ya mencionado "Una dulce destrucción", el más autobio-

gráfico de los cinco.

 Ir leyendo, pensaba, como quien patina a lo largo de esa ve-

reda que se toquetea con la playa en Santa Mónica, al atarde-

cer, que se ve tan hermoso en el Pacífico, y a esa hora en que 

un tentáculo de angustia comienza a mostrar la punta de su

garra. Las ruedas de los patines, me había olvidado de decirlo,

son fosforescentes. Para ir de un libro a otro, siempre entrando

por los inicios, porque sino no se entendería nada.

 Todo se vuelve mucho menos claro y definido en la vida real,

aunque parezca justamente lo contrario.

Estaba pensando en un sueño que tuve. Los sueños pueden es-

tar seguros de haber transmitido claramente, aún con su siste-

ma de metáforas y subterfugios, su mensaje.

 "Seguir haciendo el esfuerzo... mientras dure. Y después aflo-

jar, sí, aflojar como se suelta un cinturón, una brida, una soga

al cuello. La muerte puede ser como 'aflojar una soga al cuello',

en lugar de apretarla, dijo, haciendo sonreír a la mueca."


No hay comentarios: