EL ALMA DESPUÉS DE LA MUERTE
"Ahora veo claramente que un sol que calienta
era mi cuerpo para mí y que la oscuridad inversa
a las abstracciones de la luz me atravesó de frío.
Extraño el cuerpo, y el calor de la sangre.
Extraño mi piel encaneciendo, y la tos
del alba, las arterias rellenándose desde el corazón
en un fuerte torrente a través de mis colores de otoño,
los tatuajes ablandándose como sobre tela de seda.
En el cuerpo maduro, a pesar de todo eso
los restos de la juventud se regocijaban en el presente.
Los hombros valían tanto como alas.
Un santuario seráfico rodeaba la piel de cerdo.
La miniatura del mundo de juguete del reloj en la muñeca
contenía excitantes profundidades en sus horas,
los minutos titilaban más que las eternas estrellas.
Extraño la estabilidad del cerebro - una joya
de claridad, extraño la caja costal respirando,
la dureza del sexo, los músculos que se tensan
en el esfuerzo, la sangre fluyendo hacia las manos
para darse vuelta, entonces, como en un hombre crucificado,
y que el aire de lo que es bueno y viejo y transitorio
es capaz de llenar los pulmones una vez más.
Cada cicatriz un precioso recuerdo, abandonado,
ahora, con la alianza volviéndose amplia para el dedo
y el cuerpo mismo, tan rápidamente destruido.
Si sin embargo, por una vuelta más,
me fuese permitido salir de lo abstracto y entrar
en mi tabernáculo terrenal, anhelo regresar
como el ángel Gabriel a la inocencia de María,
a la vieja seguridad de un punto al que aferrarse
cuando la identidad se aleja, y en su ausencia
el espacio vacío se inunda extáticamente."
Versión del sueco al inglés: Bill Coyle
Hâkan Sandell nació en Vastra Skävlinge, Suecia en febrero
de 1962. Ha publicado numerosos libros de poesía, así como
libros de otros géneros y traducciones. Vive en Oslo, No-
ruega, y es uno de los principales organizadores del movi-
miento retrogardista escandinavo, que tiene mucho en común
con el Nuevo Formalismo y la Nueva Narrativa, dos movimien-
tos artísticos de los Estados Unidos.
NOTA
Quedé maravillado con este poema. Sintiendo que sigue
siendo una posible maravilla ser viejo. Que se puede extra-
ñar el cuerpo aun no siendo el que era en la juventud. Más
de una vez dije, medio en serio y medio en broma, que lo
malo no era ser viejo, sino haber sido joven (antes de ser
viejo). En este caso la comparación es al revés. Un amigo
que murió hace alrededor de un año tenía un montón de pro-
blemas físicos, que lejos de menguar, lo iban imposibilitando
cada vez más. Y sin embargo lo que menos quería era morir-
se. Amaba intensamente la vida, aun cuando sus dolencias le
impedían cada vez más cosas. Este poema me hizo recordarlo
mucho. Se llamaba Modesto Estévez, pero todos lo conocíamos
como "el Oso".
FUENTE
Anni Sumari & Nicolaj Stochholm (Eds.) The Other Side of
Landscape. An Anthology of Contemporary Nordic Poetry.
Slope Editions, 2006.
Versión del inglés: Robert R Rivas (c)
1 comentario:
Me encanto este amigarse con el cuerpo a pesar de, muy lucido poeta!
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