domingo, 26 de enero de 2020
UNA CERTEZA ENTRE TANTA INCERTIDUMBRE
Por lo menos está seguro
de que no debió comprar la góndola esa
El garaje era demasiado chico
El auto desplazado recibió las inclemencias
del tiempo
La góndola causó problemas desde el inicio
El traslado supuso dolores de cabeza
hasta entonces desconocidos
Y además piangeva día y noche
negras lágrimas de añoranzas fatales
y canalescas
Indelebles tinturas que manchaban los pisos
Los niños no querían subir
a "ese monstruo" de ninguna manera
El trailer se desfondaba por el peso muerto
que era producto de la melancolía negra
El delicadísimo brocado de 150 años
comenzó a dar sus propias señales de desarraigo
Hubo que estirar las paredes
Hubo que subir los techos
La góndola ya era un arca desahuciada
La única laguna posible
se burlaba del "mamotreto fúnebre ése"
y los escasos tripulantes mirábamos
solo a lo lejos
mientras caía la tarde
como manto piadoso
sobre nuestros atribulados sueños
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario