PÁJAROS DE LA MAÑANA
Despierto al auto
cuyo parabrisas está cubierto de polen.
Me pongo los anteojos de sol.
El canto de los pájaros se oscurece.
Entretanto otro hombre compra un diario
en la estación de tren
cerca de un gran vagón de carga
que está completamente enrojecido por la herrumbre
y permanece parpadeando en el sol.
No hay ningún espacio vacío acá.
Derecho a través de la calidez de la primavera un
pasillo frío
donde alguien viene corriendo
y cuenta cómo lo difamaron
en la oficina principal.
A través de una puerta trasera del paisaje
viene la urraca
negra y blanca, el pájaro del Infierno.
Y el mirlo pasando como un rayo desde y hacia
hasta que todo se convierte en un dibujo a carbonilla,
excepto las ropas blancas de la soga de secar:
un coro de palestrina.
No hay ningún espacio vacío acá.
Fantástico para sentir cómo crece mi poema
mientras yo me encojo.
De Klanger och spâr
(Sondeos y pistas) (1966)
No sé de quién son las versiones al inglés.
Versión del inglés al castellano: Robert R. Rivas (c)