NAUFRAGIO
Yo estaba en un campo de papas
paisanos con azadas estaban desgarrando
la vela de mi barco...
Esas moscas zumbando constantes
estaban creando para mí un mundo
de huesos y de piel...
Yo estaba en un campo de papas
paisanos estaban rastrillando y juntando
en pilas las sogas y el timón,
popa y proa de mi barco;
yo olía a papas,
el naufragio parecía
un error propio de navegar siempre por las estrellas...
Hormigas rojas corrían a través de mi pelo
ahorrativamente
tomando y llevando a sus hormigueros
el viento y la escarcha, el sabor y el aroma,
el aire, la sal del mar...
Yo estaba en un campo de papas
los paisanos estaban bajando los mástiles
la tierra volvía a oler como tierra.
Granjero, carga mi barco, mi vida
en vagones y envíalos desde el campo...
CIUDAD SIN BIOGRAFÍA
En esta ciudad
los mudos se hacen declaraciones de amor uno al otro
en diferentes palabras.
En las vidrieras
sobre alfombras persas, mujeres descoloridas
aprenden el persa.
Bajo máscaras de gas sostenemos entre los dientes
billeteras de papeles
(la foto de casas de ladrillos de barro
en la niebla).
Sobre mi cuerpo corre una nutria -tu boca
perdida en la noche.
ABUNDANCIA EN EL SUFRIMIENTO
Sin cabezas, sin tripas, sin corazones latiendo
en una pila de basura, cada uno
pelándose la piel en bañeras de sal,
las anguilas todavía andan pataleando por ahí.
La lágrima olfatea al ojo.
El ojo en el agua en que las veo nadar,
retorciéndose, anguilas tornando al pasto
rojo-sangre.-
Los cuchillos son una extensión de nuestras caricias;
el amor es un recordar esta carnicería.
LAS MIL Y UNA NOCHES
Ella lloró con el hijo aprisionado en su vientre.
Su piel estaba florecida por las mordeduras del rey,
las paredes de su corazón revestidas con hielo.
La víbora.
Ella hizo el amor con los criados sordomudos, luego
jugó al backgammon con el verdugo -perdió
camello tras camello, caravanas enteras.
Ella durmió cubierta por largos fragmentos de espejo;
de su lenta respiración fluía el sol;
el planeta se dio vuelta los labios se rajaron por el calor.
La víbora.
Ella había amado: sofocó el aire con ese
bien preservado sentimiento.
Sobre las montañas de su país, las estrellas fueron alineadas.
IOANA CRACIUNESCU es actriz de profesión. Ha traba-
jado tanto en cabarets, como en cine y en teatro. Nació en
1950 en Bucarest. Es una prolífica poeta y ha ganado diver-
sos premios. Me gustan su originalidad y su desenfado.
FUENTE
Michael March (Ed.) Child of Europe. A New Anthology of
East European Poetry. Penguin Books, 1990.
Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)
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