Para escribir
Para escribir
las voces de los árboles
que susurran entre el viento, la luna y la noche,
tendría que mojar mis palabras
en la tinta de tus silencios
Los días vienen hacia nosotros
Con sus ventanas rotas
con sus presagios,
perdiendo sustancia...
Los hilos de consciencia
entre fuego y abismos
Los sueños que corren
a extinguirse
en tanta niebla
¡Solo el instante es tenaz!
De alguna manera
De alguna manera
extrae
toda la música
de la oscuridad
Una oración desconocida
Arrúllame,
atrocidad.
No me despiertes
todavía
Con el fino lápiz de la verdad
Con el finísimo lápiz de la verdad
la extraedibujándola
hasta esfumarla
Rieles
Rieles
hundiéndose en el hielo
atendiendo como pueden al destino
aferrándose a su hierro
sabiendo
de alguna cruel manera sabiendo
que el hielo los sobrevivirá
Niños
Deliciosos
de ternuras,
los niños Mikatén:
todavía no tienen trenzados
los pensamientos
Los Lisdens
Como sus parientes lejanos
muy muy lejanos,
los Cratará,
también tienen un idioma
que consta de una sola palabra:
fría, pálida, embriagadora, filosa,
acuática, rapidísima, letárgica, candente, renga,
de pulpa
y ciega de nacimiento.
1 comentario:
Me encantan, tienen mucha frescura y candor
Publicar un comentario