ESCENA CALLEJERA
en la silenciada calle
ni siquiera el sonido de pasos en el pavimento
las persianas cerradas sobre todas las ventanas
¿adónde ha ido el murmurar del polvo de oro de las hojas?
¿adónde se ha esfumado la mujer de rostro pálido
consumida por la enfermedad que miraba todo el día
desde el balcón del segundo piso?
los edificios marrón rojizo sus puertas claveteadas
ahora solo los huesos de ramas lacerando el aire helado
dioses ahora no hay nadie siquiera para llamarlos
más allá de los techos de zinc el interminable mar abierto
en una torre flamea una bandera inadvertida*
(*Puede ser "inadvertida" tanto como "invisible". Preferí
el primer término, porque se refiere más a quienes podrían
verla y no están, que a la visibilidad o invisibilidad de la
bandera como objeto.)
ESCENA II
verano 1945
las costras de la negra memoria son arrancadas
el río-guillotina cortajea
la piel rasgada de la ciudad
empujada a lo largo del caudal
incontables ojos quemados
ojos
ojos
en la luz iridiscente
las tripas de la civilización se desmoronan como azulejos
rotos
sobresaliendo, una costilla
un maléolo
un hueso de la cadera
fibras nerviosas enroscadas a su alrededor
como alambre telefónico oxidado
¿dónde hay órganos desenmarañados
resonando de nuevo?
en las vacías cavidades oculares del templo colapsado
la ilusión de amapolas
ardiendo en silencio
NAKA TARÔ (1922-2014) es uno de los grandes poetas
japoneses del siglo XX. Pertenece a la generación que vivió
la Segunda Guerra Mundial y fue testigo de la destrucción
de sus ciudades. El poema "Escena callejera" refiere lo vivi-
do en los tempranos años de la guerra, mientras que "Escena
II", describe lo que Naka vio cuando a los 24 años de edad
la ciudad de Fukuoka en la que vivía fue brutalmente devasta-
da, aunque también se refiere por asociación con lo sucedido
después de las bombas atómicas arrojadas sobre Hiroshima y
Nagasaki.
FUENTE
Modern Poetry in Translation (MPT) No.3, 2017.
Versión del japonés al inglés: Chikako Nihei and Andrew
Houwen.
Versión del inglés al castellano: Robert R. Rivas (c)
2 comentarios:
Estremece leerlo, corre por mi espalda un temblor fantasma, anima de la amenaza atomica
Sí, estos poemas los escribió en aquellos años.
Como una serpiente caminando por la espalda.
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