martes, 5 de abril de 2022

DOS POEMAS DEL LAUREADO HARRY MARTINSON

      



 ALGODÓN


 El día que unieron el cable de América a Europa

 cantaron un montón.

 El cable, el inmenso cable cantor fue puesto en uso

 y Europa le dijo a América:

 ¡Dame tres millones de toneladas de algodón!

 Y tres millones de toneladas de algodón vagaron sobre el

        océano

 y se convirtieron en tela:

 tela con las que uno fascinaba a los salvajes de Senegambia,

 y bolas de algodón, con los que uno los mataba.

 ¡Alcen sus voces en canto, canten

 en todas las rutas comerciales!

 ¡canten algodón!

 ¡algodón!

 ¡Sí, algodón, que desciendes sobre la tierra como nieve!

 ¡Tu blanca paz para nuestros muertos cuerpos!

 Tus blancas túnicas hasta el tobillo cuando marchemos

     al cielo

 guardados en todos los puertos del mundo por el cara-de-

     Jesús de Booth*.

 Algodón, algodón, tu caída de nieve:

 envolviendo al mundo en una piel de nuevas necesidades,

 nos encerraste, nos cegaste los ojos con tu nube.

 En la boca del Río del Comercio,

 y en los anchos océanos de mercados y ferias,

 algodón, hemos conocido ahí

 las leyes de tu inundación,

 la amenaza de tu inundación.


 * ¿Será la Booth Manufacturing Co.? Obviamente se refiere

a las empresas que lucraron con la exportación del algodón.



 

  LA LOMBRIZ DE TIERRA


 Quién respeta realmente a la lombriz de tierra,

 el agricultor muy por debajo del pasto del suelo.

 Él mantiene a la tierra siempre cambiante.

 Él trabaja enteramente lleno de tierra,

 mudo de tierra, y ciego.


 Él es el agricultor subterráneo, el trabajador bajo tierra,

 donde los campos se están poniendo sus ropas de cosecha.

 Quién lo respeta realmente,

 este profundo y calmo trabajador de la tierra,

 este inmortal, gris, pequeño agricultor en la tierra del planeta.



 FUENTE


 Seamus Heaney and Ted Hughes (Eds). The Rattle Bag. An

Anthology of Poetry. Faber and Faber, 1982.



 Versiones del sueco al inglés: Robert Bly.

 Versiones del inglés al castellano: Robert R. Rivas


 Harry Edmund Martinson es un poeta sueco, que nació en

1904. Se casó con una famosa novelista sueca, Moa Martin-

son, que escribía acerca de temas proletarios y que era 14 

años mayor que él. En la guerra ruso-finlandesa, tomó partido

por estos últimos, reuniendo voluntarios y siendo él mismo

partícipe de las acciones bélicas.

En 1974 recibió el Premio Nobel, junto a su compatriota

Eyvind Johnson (1900-1976), por "una obra poética capaz

de abarcar desde una gota de rocío a todo el universo." Sin

embargo las jóvenes generaciones poéticas suecas, todos

ellos de izquierda, atacaron despiadadamente a Martinson,

hecho que lo deprimió hasta la locura. Ni siquiera la obten-

ción del Nobel sirvió para reconfortarlo. Murió en el mismo

año 1976 que Johnson.

 

2 comentarios:

Carmen Troncoso Baeza dijo...

Que incomprendida obra de un bello poeta

Robert Rivas dijo...

Bien bello.