domingo, 2 de noviembre de 2014

TRES POETISAS HÚNGARAS


ÁGNES GERGELY
 Nació en Budapest en 1933. Estudios de húngaro e inglés
en la Univ. de Budapest. Profesora de secundario, produc-
tora de radio, editora de una publicación literaria semanal.

HOMBRE LOCO EN CAMPO DE CONCENTRACIÓN

A través de toda la marcha, aparte de bolsa y frazada
él cargó en sus manos dos paquetes de cajas vacías,
y cuando la compañía hizo un alto por un par de minutos
acostó los dos paquetes de cajas vacías prolijamente a ca-
                                                                             [da lado,
teniendo cuidado de no dañar o romper ninguna de ellas,
los bultos eran
de cajas ornamentadas
enlazadas por tamaño una con la otra
y atadas entre sí por hilo de envolver,
la caja de arriba con una foto sobre ella.
Cuando el camión estaba por arrancar, el sargento
gritó algo en el lenguaje de los sargentos,
saltaron de repente,
y una de las cajas rodó bajo la rueda,
la más pequeña, la que tenía la foto:
"Se ha caído", dijo él e hizo un intento de ir por ella,
pero el camión se movió
y sus compañeros le agarraron las manos
mientras sus manos sostenían los dos paquetes de cajas
y sus lágrimas rodaban por su saco.
"Se ha caído", dijo esa noche en la fila-
y no significó nada para él ser fusilado.


ÁGNES NEMES NAGY
 Nació en Budapest en 1922. Estudió húngaro, latín e his-
toria del arte en la Univ. de Budapest. Profesora de secun-
dario hasta que se dedicara totalmente a la escritura. Tra-
dujo a Moliere, Racine, Brecht, Corneille, así como a mu-
chos otros poetas franceses y alemanes. Murió en Budapest
en 1991.

PALABRAS PARA UNA CANCIÓN

La fruta en los árboles está envejeciendo rápido,
envejeciendo también la fruta sobre el pasto,
justo como después de la muerte.

El crepúsculo se acerca a las casas de fin de semana.
La estación hasta cambia de vida,
y el norte y el sur han sido marido y mujer
durante 26 mil años.

26 mil años han pasado,
la fruta de los árboles envejece rápido.
Julio: se puede oír el tictac en el pasto del jardín
de los latidos desparejos espásticos
extrasistólicos de los frutos caídos.


ANNA HAJNAL
Nació en Gyepurüzes, en Hungría Occidental. Estudió in-
glés en Viena. Coeditora de una revista literaria en los a-
ños 30. Traductora de Shakespeare al húngaro. Fue una de
las figuras más importantes de la poesía de ese país.

TEMOR

Tengo miedo de que yo pueda ser Ilia
el pato salvaje atascado en el petróleo.

¿Que, si en cambio, soy Algernon
la laucha blanca en el laberinto,

o Pompilio, el perro en el laboratorio
con el cáncer injertado bajo su piel?

Tengo miedo. ¿Qué pasa si el ternero de toro
con la luna nueva marcándole la frente

-el que ha sido elegido para ser degollado-
es en verdad quien soy? Tengo un temor

de que tal vez yo soy Bonnie
el chimpancé que murió

en la soledad de la nave espacial...
Pero no, yo sé que soy Anna, y temo,

por saber esto, yo sé que vivo
hasta que la deuda que tengo sea pagada.

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