Usando/abusando un lenguaje destartalado
Arrancando el primero, hemorragia de lenguajes
Aparece un lenguaje de foco, en el que todas las palabras
corren en el mismo sentido, después en el sentido opues-
to, después en algún otro
Un lenguaje inmóvil es algo diabólico. ¿Lo han dicho los
griegos ésos? Nadie lo resiste; el sujeto petrificado
simplemente asiste
Lenguaje de aglutinación: se mueve suave, como una
gran masa flotante sobre vidrio (imaginar las dimen-
siones de éste). Pero no sirve, desde luego, para
decir lo más mínimo.
Lenguajes acelerados y lenguajes retrasados. Nunca están
ahí. Estaciones vacías, rieles que vibran, ya sea por
algo que llegará o que ya ha partido
Un lenguaje encontrado. Pequeño, sin instrucciones de uso
Lenguajes de varias napas, una sobre otra, y también entre-
cruzadas, llenas de vasos que traen y llevan sustancias
desconocidas
Lenguaje arborescente, que te lleva trepando rápido hasta
el adelgazamiento final, la punta misma del lenguaje,
el lugar en el que el filo extremo de la hoja parecía
tocar la piel del cielo
"Todos los lenguajes te llevan consigo"
(Nada se consigue con seguirlos: más allá de todas las
ventanas de la conciencia -humana o no humana,
si es que las montañas o los mares la tienen o
la tuvieran- mira el silencio
Lenguajes de cabelleras azules
Lenguajes de agua ciega y loca
Lenguajes prisioneros de otros lenguajes más antiguos,
atados con raíces indomables
Dentro de la selva de cada lenguaje se esconde
un sexo
Lenguajes como mares viajando sobre plataformas
hechas de miriadas de ruedas
Lenguajes repletos de alambres tendidos y de los peces
metálicos erizados de espinas nadando entre ellos
Lenguajes abatidos
(y aquellas ca(rni)cerías)
Lenguajes latiendo en la espera
(aún no es su turno)
Lenguajes hechos de piedras y de sus fricciones
Lenguajes hechos de telas tejidas por polillas, langostas
y cicindelas
domingo, 11 de agosto de 2019
martes, 6 de agosto de 2019
DOS POEMAS DE JÁNOS PILINSZKY Y UNO DE ELISABETH LANGGÄSSER
SOBRE EL MURO DE UN KZ LAGER
Donde cayeron, ahí permanecerán.
En todo el universo este solo
y único lugar es el solo lugar
que han hecho propio.
Este país huye de ustedes.
Casa, molino, álamo -todo
está luchando aquí con ustedes, como si
mutaran a la inexistencia.
Pero ahora son ustedes los que no se rinden.
¿Los esquilamos? Se volvieron ricos.
¿Los enceguecimos? Nos miran fijo.
Ustedes testifican sin habla.
HARBACH 1944
Sigo viéndolos: un astil
detrás y la luna llena -
son hombres enjaezados al astil.
Es un inmenso carro el que halan.
Están arrastrando un vagón enorme,
que crece al ritmo de la noche,
sus cuerpos se parten bajo las demandas
del hambre, el temblor, el polvo.
Soportan el camino, el horizonte,
los campos de remolachas tiemblan,
pero sólo sienten la tierra agobiante,
el peso de todo.
La piel caída de sus vecinos
parece atascada a la suya,
porque se bambolean por las mismas huellas,
crecientes capas vivas.
Los poblados se mantienen lejos de ellos
y las puertas evitan sus pies.
Las distancias que se les aproximan
vacilan y retroceden.
Asombroso, caminan con el barro hasta las rodillas
en la oscuridad, sonidos sordos
de chanclos repiqueteantes, como si invisibles
hojas alfombrasen el suelo.
[Harbach es un municipio de Alemania]
János Pilinszky nació y murió en Budapest, Hungría.
1921/1981. Es un poeta de inspiración católica. El primero
de los poemas aquí traducidos lo tomé de la página de in-
ternet "Poetry Foundation" (la versión al inglés es de Geor-
ge Gömöri y Clive Wilmer., el segundo es un texto que te-
nía desde hace un tiempo, también en inglés, pero no recuer-
do la fuente.
Poco después leí (encontré) este poema de Elisabeth Lang-
gäser.
PRIMAVERA 1946
¿Así que regresás
Mi dulce Anémona -
Toda estambre brillante, cáliz, corona -
Dándole validez a la devastación,
Como Nausicaa?
Llevada por el viento y arqueándose -
Ola y rocío y luz -
¿Que remolino de alegría al fin
Ha alzado su peso
Desde los hombros curvados por el polvo?
Ahora surjo
Fuera del dominio del sapo -
el brillo rojizo de Plutón aún bajo mis párpados-
Y la espantosa pipa del guía a los muertos
Aún en mis oídos.
He visto brillar el hierro
En el ojo de la Gorgona.
He oído el siseo, el susurro,
El rumor de que ella me mataría:
Era mentira.
Anémona, hija mía,
Dejame besar tu cara: es una cara
No reflejada por las aguas
de Leteo o de Estigio.
E inocente de no o no.
Y mirá, estás viva
Y acá -no hay decepción-
Y callada en la forma en que tocás mi corazón
Sin embargo no rastrillás sus fuegos -
¡Mi niña, mi Nausicaa!
Elisabeth Langgäser nació en 1899 en el sudoeste de Ale-
mania. Su madre era cristiana, su padre, judío. Maestra de
primaria. Conoció a Hermann Heller, también de origen ju-
dío y tuvo una hija de él, en 1929, llamada Cordelia.
Comenzó a escribir poesía. En 1933 conoció y se casó con
Wilhelm Hoffmann, que no era judío. Su casamiento, sin
embargo, permaneció no aprobado, dado que en 1935 las
leyes anti-judías de Nuremberg prohibían cualquier matrimo-
nio inter-racial. En 1941 se obligó a su hija Cordelia a usar
la estrella amarilla. Y en 1944 fue deportada a Theresienstadt.
Y más tarde a Auschwitz-Birkenau. Un año después, a Elisa-
beth se le diagnosticó esclerosis múltiple.
La poesía de Langgäser es casi imposible de hallar en inglés.
(Menos aún en castellano.) El poema que traducimos aquí
fue escrito con motivo de la liberación de su hija al final de
la guerra. La autora murió por complicaciones de su enferme-
dad en 1950.
Nausícaa es la hija de Alcinoo. Cuando ella va al río a lavar
la ropa, se encuentra con Odiseo. Y más tarde se casa con el
hijo de éste, Telémaco.
FUENTE
Eavan Boland. After Every War. Twentieth-Century Women
Poets. Translations from the German. Princeton Univ. Press,
2004.
Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)
jueves, 1 de agosto de 2019
HURONES
descubre-ya sabía
que la asfixia no es una buena partera
como un hurón de superficie
pasillos, terrazas, edificios abandonados,
edificios suspendidos en construcción
vertederos
arroyos vírgenes
¿Qué recorrido me trajo hasta acá?
¿Qué es "acá"?
las ramas secas (ah, cómo enseña levantarse
de noche en el monte)
sólo sirven
para quebrarse
o para rasgar
"dícese de aquellas tristezas infecundas"
se registran muchos
encuentros secretos
con el miedo
que la asfixia no es una buena partera
como un hurón de superficie
pasillos, terrazas, edificios abandonados,
edificios suspendidos en construcción
vertederos
arroyos vírgenes
¿Qué recorrido me trajo hasta acá?
¿Qué es "acá"?
las ramas secas (ah, cómo enseña levantarse
de noche en el monte)
sólo sirven
para quebrarse
o para rasgar
"dícese de aquellas tristezas infecundas"
se registran muchos
encuentros secretos
con el miedo
no conocemos el resultado
de esas negociaciones
amor es un barco encallado
a disposición de las mareas
dos voces de altaluz y bajaniebla
llamándose
araba en su lago particular
que alguna vez provino de una fuente
busca, bajo el agua borrosa
las canillas
algunas todavía por abrir
las otras inundantes
¡qué contratiempo!
va contra el tiempo
vuelto viento de frente
¿en qué bolsillo guardaba
los cantos de alabanza?
(yo era el testigo de su preciosa carga de sombras)
(estremecidas estremecientes sombras)
corrientes, oleajes, perspectivas
escalas direcciones
desencajes
(en la cabeza
marascas de hilos
cestos y más cestos
de hilos inertes
entre los cuales finas serpientes
se deslizan entre el terror la fuga y el ataque)
¿te duelen los dolores?
se despiertan como hogueras contagiosas
miradas tenues
húmedas
de la primera agua de la mañana
se ven -todavía
alientan fuelles
ocultos en la maleza
fuelles en el follaje
que ralea
perspiran en un silencio tenso
las palabras listas para dar su único salto
la cabina
el humo
fino
delicioso como el peligro
en cierta dosis
"¡no hay apuro!", es la orden
que circula de pronto
haciendo correr ríos frescos de calma
por las trincheras
hora de afeitarse
de realizar, mister providence
los ordenamientos necesarios
plegar la locura frondosa
prolijamente
o amontonando
¡ya, ya! hay que salir a escena
aunque el teatro esté vacío
y en otra parte
(una ciudad de Sunecia, por ejemplo)
recomienza la comedia
que propone el día
y la gavilla de hurones corre
a huronear rabiosamente
bajo tierra
y en algún momento
por algún misterio
que alguna vez podría ser revelado,
carajo,
se echan a dormir
y descansan
amor es un barco encallado
a disposición de las mareas
dos voces de altaluz y bajaniebla
llamándose
araba en su lago particular
que alguna vez provino de una fuente
busca, bajo el agua borrosa
las canillas
algunas todavía por abrir
las otras inundantes
¡qué contratiempo!
va contra el tiempo
vuelto viento de frente
¿en qué bolsillo guardaba
los cantos de alabanza?
(yo era el testigo de su preciosa carga de sombras)
(estremecidas estremecientes sombras)
corrientes, oleajes, perspectivas
escalas direcciones
desencajes
(en la cabeza
marascas de hilos
cestos y más cestos
de hilos inertes
entre los cuales finas serpientes
se deslizan entre el terror la fuga y el ataque)
¿te duelen los dolores?
se despiertan como hogueras contagiosas
miradas tenues
húmedas
de la primera agua de la mañana
se ven -todavía
alientan fuelles
ocultos en la maleza
fuelles en el follaje
que ralea
perspiran en un silencio tenso
las palabras listas para dar su único salto
la cabina
el humo
fino
delicioso como el peligro
en cierta dosis
"¡no hay apuro!", es la orden
que circula de pronto
haciendo correr ríos frescos de calma
por las trincheras
hora de afeitarse
de realizar, mister providence
los ordenamientos necesarios
plegar la locura frondosa
prolijamente
o amontonando
¡ya, ya! hay que salir a escena
aunque el teatro esté vacío
y en otra parte
(una ciudad de Sunecia, por ejemplo)
recomienza la comedia
que propone el día
y la gavilla de hurones corre
a huronear rabiosamente
bajo tierra
y en algún momento
por algún misterio
que alguna vez podría ser revelado,
carajo,
se echan a dormir
y descansan
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