lunes, 28 de mayo de 2012
EN STADIVATT
Hace mucho
-demasiado-
que no dicen
lo indecible.
Sus voceros,
despojados
de las cuerdas
de las voces,
desdedicen,
extradictan,
indeciden.
Corazones
que latiéndose
hasta tanto
que, en la noche,
se dislaten.
"Me hace falta
esa palabra
que no tuve."
Salta falta:
a cada tanto
impersiste
el latido
inexistente.
¡Qué palabra vacía
se ha instalado,
contagiante,
en el colmenar
abarrotado
de palabras!
Si cada uno fuese
día a día
a su más lejos
y cada boca
llevase más adentro,
más y más adentro,
su mitad del beso
y del silencio...
¡Stadivatt, Stadivatt!
Hemos nacido
en el cuerpo-corazón-mente
de alguien
y lo creímos nuestro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario