martes, 29 de noviembre de 2016

LA POETA ALEMANA ESTHER KINSKY





Esther Kinsky, nacida en Engelskirchen en setiembre de 1956



[Una sombra)

 Una sombra, quieta
 como piedra, como cenizas
 quieta como el aire
 temblando sobre huellas
 afiladas por el corazón de un extraño
 día y noche

 Qué terrible es la muerte:
 una vida
 se convierte en la propiedad furtiva
 de cualquiera*

 [* 'Everyman's: de cualquier persona, de la persona de la calle]



 (Tantas voces)

 Tantas voces
 muelen mis noches
 con nombres y afirmaciones y llaman 
 a piedra
 por una lengua tartamuda
 que se alza y declina con facilidad
 en la oscuridad
 por un tirachinas
 dentro de la silenciosa fractura del día



 (Un oscuro nudo)

 Un oscuro nudo
 corazón, tenso
 alrededor de una herida
 incontenido
 tiempo
 el pálido esfuerzo
 por las cosas, los nombres, el silencio
 del olvido
 una boca
 que hace que mueran todos los sonidos
 y bebe la oscuridad
 y nunca habla de la luz



 (Silencio, un lugar)

 Silencio, un lugar
 lugar entre garganta y corazón
 donde un sonido
 aparece, se rompe y muere
 donde acostamos
 a los muertos bajo los blancos
 guijarros del frenulum
 y de partes venidas de otros lugares
 donde dibujamos
 los nombres o los dejamos ser
 los abandonamos
 a lo no dicho,
 signos insonoros
 sin un mundo



 POKLADNAJA 32

 Una tierra extranjera. En verano.
 Luz pálida.
 El aliento de un mar lento,
 un campo lejano
 el sonido chirriante
 de palabras dichas en vano.

 Una vela: perforante y azul.
 Una niña que baila,
 gira dobla y se tuerce
 y se inclina en el tiempo
 a un canto vacío
 y nunca pronuncia una palabra.
 Una tierra lejana.
 Extranjera, interminable, plana.
 Un cielo de lata, que se arquea bajo,
 el horizonte un borde que se oscurece,
 un anillo rodeando mi sueño,
 el centro vacío.

 Sombras vienen y se van y se detienen.
 Los días rompen y yacen
 invividos
 al borde de la foto
 que es mitad pregunta y mitad respuesta
 y que se está marchitando rápido

 Yo no estoy aquí
 ni allí, soy niña y vela,
 sombra,
 noche y mar,
 una errante en el aire
 que se alza de las grietas que hay entre las palabras,
 espacio blanco

 La ley de los sueños
 Uno encuentra y pierde, viaja
 de lugar a lugar en tierra de nadie,
 y entre piedra y sombra -¡tamarindos!-
 uno se encuentra consigo en el rastro
 que se esfuma de una persona muerta




FUENTE


Modern Poetry in Translation. N° 17. Mother Tongues.
    London, (Sin fecha)
 Las versiones del alemán original al inglés, son de Martin
Chalmers.

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

domingo, 27 de noviembre de 2016

LA NECESARIA POETA POLACA ANNA SWIRSZCZYNSKA


                                 Anna Swirszczynska en sus tiempos de enfermera.

 También conocida como Anna Swir
 Nacida en Varsovia en 1909
 Muerta en Cracovia en 1984
 Hija de un pintor, criada en un ambiente artístico
 Su primer libro en 1936
 Pasó los años de ocupación nazi en Varsovia
 Participó como enfermera del Alzamiento de Varsovia de
     1944
 Pensaba que un escritor tiene dos metas básicas: "Primero,
     crear su propio estilo. Segundo, destruir su propio estilo."
 Su crónica del Alzamiento de Varsovia apareció en 1972 y
     se denominó Construyendo la barricada.
 Se la ha descrito como 'feroz, lúcida, extática, aterradora'.
 Siempre se la consideró ocupando un lugar ligeramente más
     allá de ser una poeta eminente, siempre se las ingenió para
     desconcertar y sorprender.



  ESTOY PINTANDO

 Por qué hablar
 si uno puede gritar
 por qué caminar
 si uno puede correr
 por qué vivir
 si uno puede arder.

 Estoy corriendo y gritando de alegría
 Estoy corriendo y gritando de desesperación
 Estoy jadeando
 mis pulmones trabajan como locos.

 Los sentimientos violentos
 son buenos, he oído decir, para tu salud.


 LA ANCIANA

 Su belleza
 es como Atlántida.
 Todavía está por descubrirse.
 Miles de humoristas
 han escrito acerca de sus deseos eróticos.
 Los más dotados de ellos
 entraron a la escuela leyendo listas.
 Solamente su hacer el amor con el diablo
 tenía la seriedad
 del fuego alrededor de la estaca
 y estaba dentro de la imaginación humana
      de la misma manera que estaba ese fuego.

 La humanidad creó para ella
 las más abusivas 
 palabras del mundo.



 ELLA NO SE ACUERDA

 Ella fue una malvada madrastra
 En su vejez está muriendo lentamente
 en una casucha vacía.
 Ella se estremece
 como un manojo de papel quemado.
 Ella no se acuerda de que era malvada.
 Pero sabe
 que tiene frío.



EL MISMO INTERIOR

 Caminando hacia tu casa para una fiesta amorosa
 vi en una esquina
 a una anciana mendiga.

 Tomé su mano
 besé su delicada mejilla,
 hablamos, ella era
 el mismo interior que yo soy, 
 de la misma clase,
 me dí cuenta al instante
 como un perro conoce por su olor
 a otro perro.

 Le dí dinero,
 no podía apartarme de ella.
 Después de todo, uno necesita
 a alguien que esté cerca.

 Y entonces ya no supe
 por qué iba caminando para tu casa.



ME GOLPEÉ LA CABEZA CONTRA LA PARED

 De chica
 puse un dedo en el fuego
 para convertirme
 en santa.

 Como adolescente
 todos los días me golpeaba la cabeza contra la pared.

 Como una joven
 salí por una ventana de un altillo
 al techo
 en orden de saltar.

 Como mujer
 tenía piojos por todo el cuerpo.
 Crujían cuando estaba planchando mi pulóver.

 Esperé sesenta minutos
 para ser ejecutada.
 Tuve hambre
 durante seis años.

 Entonces tuve un hijo,
 me estaban esculpiendo
 sin ponerme a dormir.

 Entonces me mató un rayo
 tres veces
 y tuve que surgir de los muertos tres veces
 sin ayuda de nadie.

 Ahora estoy descansando
 después de tres resurrecciones.



 MÁTAME

 No me beses, mi amor.
 No me abraces, mi amor.
 Si me amas
 mátame, mi amor.



 UNA MUJER LE HABLA A SUS MUSLOS

 Es sólo gracias a su buena apariencia
 que puedo formar parte
 de los ritos del amor.
 Éxtasis místicos,
 traiciones delicia
 como un lápiz labial carmesí,
 un rococó perverso
 de involuciones psicológicas,
 dulzura de los anhelos de la carne
 que pueden quitarte el aliento,
 hoyos de desesperación
 hundiéndose hasta el mismo fondo del mundo:
 todo esto se lo debo a ustedes.

 Qué tiernamente debería cada día
 azotarlos con un látigo de agua fría,
 si sólo ustedes me permiten poseer
 belleza y sabiduría
 irreemplazables.

 Las almas de mis amantes
 se abren a mí en un momento del amor
 y las tengo bajo mi dominio.

 Yo miro como lo hace un escultor
 a su trabajo
 a sus rostros cerrados de pronto con párpados,
 inmolados por el éxtasis,
 espesados 
 de felicidad.
 Yo leo como lo hace un ángel 
 pensamientos en sus cráneos,
 yo siento en mi mano
 un corazón humano batiente,
 y escucho las palabras
 que son susurradas por un ser humano a otro
 en el momento más sincero de la vida de uno.

 Entro en sus almas,
 vago por 
 un camino de deleite o de horror
 a tierras tan inconcebibles
 como el fondo de los océanos.
 Más tarde, cargada de tesoros
 regreso lentamente
 a mí misma.

 Ah, muchas riquezas,
 muchas preciosas verdades
 creciendo inmensas en un eco metafísico,
 muchas iniciaciones
 delicadas y sorprendentes
 te debo, muslo mío.

 El más exquisito refinamiento de mi alma
 no me proveería ninguno de esos tesoros
 si no fuese por el claro, suave encanto
 de un pequeño animal amoral.



 De CONSTRUYENDO LA BARRICADA

 CONSTRUYENDO LA BARRICADA

 Teníamos miedo mientras construíamos la barricada
 bajo fuego.

 El tabernero, la amante del joyero, el peluquero,
 todos nosotros cobardes.
 La sirvienta cayó al suelo
 mientras arrastraba un adoquín, estábamos terriblemente
                                                                         [asustados
 todos nosotros cobardes-
 el conserje, la señora-del-mercado, el pensionista.

 El farmacéutico cayó al suelo
 mientras arrastraba la puerta de un baño,
 teníamos todavía más miedo, la mujer-contrabandista,
 el modisto, el conductor de tranvía,
 todos nosotros cobardes.

 Un pibe del reformatorio se cayó
 mientras arrastraba una bolsa de arena,
 usted ve cómo estábamos realmente
 asustados.

 Aunque nadie nos obligaba,
 igual construimos la barricada
 bajo fuego.



 VEINTE DE MIS HIJOS

 En mi sala
 yacen veinte vientres de soldados.
 Destripados, sangrientos,
 luchando fieramente
 por sus vidas.
 Los conozco a todos de memoria,
 de día les llevo escupideras, les lavo el excremento.
 De noche sueño
 que les llevo escupideras,
 les lavo el excremento.

 Cuando uno de sus vientres
 muere en mi sueño
 me despierto con un susto
 y voy hasta su cama en puntas de pie.

 En mi sala
 peleando con uñas y dientes contra la inexistencia están
 veinte de mis hijos.



 APLASTA BARRICADAS

 A lo largo de una calle a la que se le barrió la gente
 rueda un tanque disparando.
 Ejecuta casas
 aplasta barricadas.

 De una entrada salta un pibe
 con una botella de gasolina en el puño.
 A lo largo de la calle a la que se le barrió la gente
 corre agazapado
 tras el tanque.



 ÉL ROBA PIELES

 Un proyectil despedazó la puerta
 del negocio del peletero.

 Un hombre salta dentro,
 agarra una brazada de pieles,
 las arrastra hasta la entrada en una sola corrida.

 A la entrada otro proyectil
 despedaza al hombre.



 UNA MUJER LE DIJO AL VECINO

 Una mujer le dijo a su vecino:
 "Desde que mi marido fue asesinado no puedo dormir,
 cuando hay disparos me sumerjo bajo la frazada,
 tiemblo toda la noche bajo la frazada.
 Me voy a volver loca si tengo que estar sola esta noche,
 tengo algunos cigarrillos que dejó mi marido, por favor
 no dejes de pasar por casa esta noche."



 HE ESTADO ESPERANDO

 Ese joven larguirucho tal vez medía un metro ochenta,
 ese trabajador de corazón ligero de Powisle
 que luchó
 en el infierno de la calle Zielna, en el edificio de teléfonos.
 Cuando le cambié el vendaje de
 la pierna que estaba despedazada
 gesticuló de dolor, y se rió.

 "Cuando termine esta guerra
 iremos a bailar, señorita.
 Yo invito".

 Lo he estado esperando
 estos treinta años.



NOTA
Acerca de el Alzamiento de Varsovia, escribió Anna:
 "El Alzamiento de Varsovia fue uno de los eventos más
trágicos de la Segunda Guerra Mundial. La destrucción
que produjo en una ciudad de más de un millón de perso-
nas sólo puede compararse con la destrucción que se vio
en Hiroshima. Varsovia fue transformada en un páramo
cubierto de cadáveres, ruinas y cenizas ardientes. La par-
te de la población que sobrevivió al infierno fue sacada 
de ahí y deportada a varios campos de concentración. Los
soldados alemanes quemaron y dinamitaron sistemática-
mente los edificios restantes. Himmler dijo: 'Varsovia debe 
ser nivelada al suelo, en orden de establecer un desalenta-
dor ejemplo para el resto de Europa'".


 FUENTE
Czeslaw Milosz. Postwar Polish Poetry. Univ. of Califor-
nia Press, 1983.

 Las versiones en inglés de los primeros poemas son del
mismo Milosz; las versiones de Construyendo las barri-
cadas, son de Magnus Jan Krynski y Robert A. Maguire.



Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)





  

martes, 22 de noviembre de 2016

IBA





 desiste
 una vez más, desiste
 dexiste
 deja caer lo que cae
 esa fuerza grave
 que es la falta de fuerzas
 las fuerzas falaces
 iba a decir
 pero los nervios
 de esas palabras 
 ya no conducían
 la corriente necesaria
 para escribir en la piedra
 o en el humo
 es como si un río se cansase
 de ser río
 generalmente
 antes de serlo
 'cabalgando venían las banderas'
 las manos que recuerdan
 aspirando silencio
 con la puntita del corazón
 regresando de un saqueo
 'dos noches y dos días estuvo pataleando
      en océanos masivos'
 ¿se obedece al desistir o se resiste?
 el mundo cesa
 los ojos de la mente se cierran
 ¿muerenduermen?
 el cuerpo nada, nada
 el terror sonríe
 ¿en qué compasión se reconoce,
 en qué espejo se apropia?
 la mano que hace girar la rueca 
 de las ligaduras de las palabras
 con las imágenes con los cuerpos
 con las otras palabras
 ¿es que la sangre se olvidó de su pregunta?
 su loca familia de dioses ciegos
 la sombra de los abrazos
 se dio cuenta
 todo provenía del mar
 todo ya estaba ahí
 'no hagas nada, nadie sabe'
 o bien
 'lo que sabe no tiene 
 quién'
 ¡providencia!
 duerme entre las noches
 despierta entre los mares
 el grito silencioso
 del universo

lunes, 21 de noviembre de 2016

DE NOCHE






 De noche 
 siente moverse
 las letras
 en el interior de su cuerpo
 Las letras vuelan apenas
 como sopladas por la respiración
 Lo cual es extraño
 porque esto ocurre
 en el interior de su cuerpo,
 pero no tan extraño
 a la vez,
 porque en el interior de su cuerpo
 hay aire en movimiento 
 -y también corrientes de agua
 y quién sabe mareas
 Las letras empiezan 
 a posarse
 un ratito después
 de haber despegado
 Pero como el cuerpo también se mueve
 se mueve como una noche
 en otras direcciones
 en otra dimensión de direcciones,
 para cuando las letras
 terminan de posarse
 por completo
 toda su escritura está cambiada
 Los nombres, los lugares,
 los párrafos de sus recuerdos,
 su infancia, la misma localización
 de su conciencia;
 sus sueños,
 sus ideas-pensamientos,
 cada mañana
 amanecen 
 convertidos nuevamente
 en un extraño
 texto
 indescifrable.

domingo, 20 de noviembre de 2016

UNA POETA EN BUSCA DE IDENTIDAD: SARADHA SOOBRAYEN




 Quedan aún territorios sin identidad en el mundo
 O bien territorios cuya identidad ha sido enajenada
 Y quedan los habitantes de esos territorios, con identida-
des prestadas o protésicas
 Ya de por sí es difícil armarse una identidad
 Un ensamble de tantas cosas, algunas propias, otras ajenas
 En ocasiones los territorios son mentales. En esos casos, el
tejido de la identidad se forma casi solo. (¿"Quién" "elije" lo
que sí y lo que no?)
 En otros casos, como el de Saradha Soobrayen, son los terri-
torios geográficos de origen los que han perdido justamente
identidad
 He aquí su pregunta poética


 ¿QUIÉN/ DE QUIÉN SOY YO?



     '¿Qué eres,
     Británica, Mauriciana?'

 -Non, non

     '¿Qué... bet, ti-kreol?'

 -Non


       'Ninguna isla, ningún país natal (patria),
       ningún derecho a regresar.'

-Non la vie, non la vie!


        'Espera, no hables, piensa,
        piensa dos veces, da vuelta, da vuelta tu lengua
        para el lado equivocado, piérdela.
        

-Non, non


        'Piérdela, pierde el gusto por el sonido,
        las viejas, viejas canciones: más que, más
        que el patois, más, más lejos que
        la lingua franca, más redonda, más redonda,
        más redonda que la panza de África.'


- Non, non


          '¿Qué son ustedes... salvajes?

-Non, non


          '¿Pequeños estúpidos creoles?'

 Non,
 -Nous Chagossienne nous... nous Chagossianne nous





NOTA EXPLICATORIA

Las islas Chagos, o sea, Diego García, Peros Banhos, Salo-
món, situadas en el Océano Índico, a casi 2000 kms. al nor-
este de las islas Mauricio, cubren un área oceánica de 54 mil
km2, teniendo tan sólo 60 km2. Diego García es la mayor de
las islas, atolones o tierras sumergidas. El registro más tem-
prano de habitantes es de 1780, cuando los franceses instala-
ron allí plantaciones de azúcar y de cocos.
 Derrotado Napoleón en 1815, las islas pasaron a dominio bri-
tánico. La esclavitud fue abolida, así como el leprosario.
 En 1828, había 448 habitantes en las islas Chagos.
 Hacia 1840, los dueños de las plantaciones comenzaron a im-
portar trabajadores no remunerados de la India.
 Los casamientos mixtos y la conversión de muchos de ellos
al catolicismo fundó la nueva sociedad Chagana.
 Pero... entre 1971 y 1973, 'necesidades geopolíticas' llevaron
a ingleses y estadounidenses a trasladar a toda la población
chagana, adonde fuera, como las islas Mauricio y las Seyche-
lles, para crear allí una base militar.
 Ya en 1960, los británicos firmaron un acuerdo con E.E.U.U.,
por el término de 50 años, inicialmente, alquilándole la isla
Diego García. 
 Desde entonces, los chaganos fueron negados en su identidad,
pasando a ser ciudadanos de segunda -o peor- en los países a
los que fueron trasladados. Discriminados y aislados social-
mente, sufrieron una nueva y agregada pérdida de identidad.
Todo esto fue reflejado en un documental realizado por John
Pilger, llamado Robando una Nación.
 Recién en noviembre de 2000, se reconocieron por primera
vez los derechos de los Chaganos, cuando la Corte Alta de
Londres dictaminó que el 'traslado masivo' de los isleños ha-
bía sido un 'fracaso legal abyecto'.
 La lengua chagano-creole comparte la influencia de las len-
guas maternas de los esclavos: el tamil, al malagasy, el ma-
kuva y otras lenguas bantúes del sudeste africano.  Esta mez-
cla única de lenguas, ha producido un creole que difiere del
de las Mauricio y de las Seychelles. Si bien todos logran en-
tenderse entre ellos, el creole chagano tiene su propio acento
melodioso, que los exiliados necesitan esconder para evitar
la discriminación. Es de esto que habla poéticamente Sara-
dha. Con la voz del dolor


Saradha vive en Londres; el poema original está en inglés
(y creole)


FUENTE

Modern Poetry in Transaltion. Third Series- Number Sixteen.
The Dialect of the Tribe. London, 2011.

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

martes, 15 de noviembre de 2016

DEL POETA POLACO WOJCIECH BONOWICZ




 Wojciech Bonowicz
 nacido en 1967
 en Oswiecim, sur de Polonia, región llamada también
pequeña Polonia, cuya capital es Cracovia
 es autor de seis colecciones de poemas
 además de ensayista y crítico literario

  Estos poemas provienen de uno de sus más recientes libros
 titulado Polskie znaki "Signos polacos", de 2010.


  DE LA ANTOLOGÍA PALATINA

 'Tristes. Aunque han estado muertos desde hace rato.
 Aquí están, tristes. Quieren beber de nuestros labios
 ya que aún disfrutamos de la vida. Es justo
 quitarle a unos y darle al siguiente.
 Así es como se comportan los dioses.'



 MI SUEÑO CON RELOJES

 Estábamos comiendo relojes de tazones de lata.
 Los relojes tenían ojos, como todo en un gulag.
 Cada rendija nos escrutaba con su ojo helado.
 Los muertos se iban a dormir a los surcos y a los lechos
                                                             [de los ríos. Nadie
 tenía relojes en su muñeca. Esta era nuestra única comida.
 Por otra parte, el hielo que no podía ser movido,
 la pared de hielo, sobre ella mi aliento meciéndose al alba.



 LIMPIEZA

 El día se posa en los cuartos
 aún en el baño
 se desliza una línea de luz.

 Doblado sobre mi bañera
 sostengo entre mis dedos
 mi viejo pelo.



 ÁRBOLES

 Los muertos caminan entre nosotros. Y
 nosotros imaginamos que no nos han olvidado.
 Decimos: ah han regresado urgidos
 por la añoranza. Y sin embargo caminan entre
 nosotros como entre árboles.



 CÓMO AYUDAR

 De vez en cuando un poema
 alza su cabeza.
 Entonces piensas

 cómo ayudarlo
 retén la brillante mirada
 de los desorientados.



 EL POETA

 El poeta tiene que mirar. El poeta observa
 mirada de cerca aún cuando se aleja
 él es un poeta. El poeta no puede
 cerrar sus ojos. Dentro
 él tiene otro par de ojos pero
 ¿alcanzan? No, no alcanzan.
 La maldición de la poesía, este mirar
 mirar en busca. Mientras otros duermen, el poeta
 no duerme. Se mantiene en vigilia. Sobre el gran ojo
 que no le pertenece.



 HISTORIA PRIVADA

 "No duele", dice ella dormida. Sé que me dice eso
 a mí. Entonces ella regresa al lugar pautado

 por el miedo. Gato y paloma un momento antes
 de la persecución y la fuga. Una flor tragada en el silencio

 y los dedos escriben en el aire las tres primeras
 letras del día. No duele. "Dolerá", le digo.


 FUENTE

Modern Poetry in Translation. Third Series, Number
Eighteen. Transitions. Londres, 2012.


Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)

miércoles, 9 de noviembre de 2016

UN PEQUEÑO CATALOGO DE FALTAS, PÉRDIDAS, AUSENCIAS, OLVIDOS Y PERDICIONES



Mira mi fidelidad:

con toda el alma
y con todo el pensamiento
estoy contigo,
aunque en la distancia ausente.

Quien de otra manera ama,
en vano en el Destino rueda.
De CARMINA BURANA.

SEPARACIÓN
Tu ausencia ha pasado a través de mí
como hilo por una aguja.
Todo lo que hago es cosido con su color.
W.S. MERWIN. The Second Four Books of Poems.

Ayer noche en la cama me había puesto
por la parte de la derecha la que ocupa
           ella cuando está aquí
y esta mañana al despertarme me he encontrado
a la izquierda de donde en la oscuridad escucho insomne
       a veces
     el potente latido de su ser
Entonces ¿Qué es lo que me ha inducido durante la noche
      a abandonar el espacio de su gran 
                cuerpo ausente
         sino el deseo de ser también yo
                     nada?
Giorgio BASSANI. Epitafios. Es el poema completo.

Mientras miro a la oscuridad
te alejo de mi memoria
como se arrancan las entrañas a un pez que colea.
Henrik NORDBRANDT. Nuestro amor es como Bizancio.

cómo Öe, el novelista
narra el día en que Hirohito salió al aire y habló
como un hombre mortal: "Los adultos se sentaron en torno
a la radio y lloraron."
Anne CARSON. La belleza del marido.

Ningún amor termina,
yace en la cara oscura de la mente
como los objetos en un cuarto
luego de apagar la lámpara.
María MORENO. Cit. por E. Cozarinsky, 'La tercera mañana'.

yo he perdido tu garganta menuda,
menuda,
y tu inefable proximidad.
Henri MICHAUX. Poemas (Fabril)

Difícilmente consigo un ratito para escribir a la verdadera Mi-
lena, ya que otra más verdadera aun estuvo aquí conmigo, todo
el día, en la habitación, en el balcón, en las nubes.
Franz KAFKA. Cit. por N. de Saint Phalle, 'Hoteles literarios'.

Soy lo que falta
del mundo donde vivo,
al que entre todos
nunca encontraré
Valerio MAGRELLI. Ora serrata.

¿qué es el espacio
si no la ausencia del cuerpo en cada punto?
Joseph BRODSKY. No vendrá el diluvio tras nosotros.

Podré amar mañana, mi poema muerto,
lo ausente que está aquí.
Tomi KONTIO. (Finlandia, 1966). En T. López Mills, 'Tras-
laciones'.

El coche había llegado a una curva de la carretera; lo per-

dió de vista. Siguió corriendo. Cuando llegó a la curva, la
carretera estaba vacía.
Paul BOWLES. (Final de) La casa de la araña.

Nunca volveré a ver este alto prado verde, cubierto de gran-
des árboles negros.
Victor SEGALEN. Viaje al país de lo real. (Su diario de via-
je por la China Central, en 1914. "Escribir este viaje al país
de lo Real, como si yo estuviera solo. Concluir: este viaje
sería imposible de realizar de a dos. Y sería completamente
ridículo de a tres.")

Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.
Idea VILARIÑO. Cit. por Tomás Eloy Martínez, en 'Purga-
torio'.

SEPARACIÓN
Tu ausencia ha pasado a través de mí
como hilo por una aguja.
Todo lo que hago es cosido con su color.
W.S. MERWIN. The Second Four Books of Poetry. Es el poe-
ma completo.

Olvidamos que nunca más
confiará en el mundo un dios.
Paul MULDOON. En T. López Mills (Comp.). Traslacio-
nes.

si acaso la sangre se vuelve negra en su memoria y se
                            rebalsa
Giorgos SEFERIS. Antología poética. (me recuerda a la
semilla llamada "un objeto karragá")

Lo que pasa es que, por haber de todo, al final ya no hay na-
da; mientras que, como te decía, a pesar de haber todo, antes
era mejor, era en otro sentido era más lógico, no había nada
pero había todo ya que sólo había eso.
Marguerite DURAS. Los ojos verdes.

No estás, y por eso llevaremos a partir de ahora una doble
                                                 vida,
en la luz y en la sombra a la vez, en el sol estridente del día,
en la frescura de los pasillos de piedra, en el duelo, en la
                                                  alegría.
Adam ZAGAJEWSKI. Poemas escogidos.

El padre de Héctor, militante demócrata, muere asesinado en 
1987 por unos paramilitares en una calle de Medellín. Su hijo 
llega casi de inmediato. En un bolsillo del traje de su padre,
encuentra un poema atribuido a Borges que empieza con ese
verso en el que se basa el título de su libro: "Ya somos el olvi-
do que seremos."
Philippe LANCON. El colgajo.

estrato por estrato, descubrirá en las canteras de Montmartre y
en los yacimientos de pizarra de los Urales los fósiles de los
animales que vivieron antes del diluvio, y su alma se espanta-
rá ante los miles de millones de años y los millones de pueblos
que ha olvidado la débil memoria de la humanidad.
W.G. SEBALD. Campo Santo. [Acerca de Bruce Chatwin]

ah, los atardeceres de la frontera,
leídos y perdidos para siempre.
Roberto BOLAÑO. Poesía reunida.

Sé nadar como los otros, pero tengo una memoria mejor que
ellos, no he olvidado el anterior no-saber-nadar. Como no lo
he olvidado, el saber-nadar no me ayuda en nada, y realmen-
te no sé nadar.
Franz KAFKA. Carta al padre.

Es extraordinaria la cantidad de cosas que nos han enseñado
a no comprender.
Oscar WILDE. Mínimas.

En esta fiesta, a la orilla del río de la muerte, las más hermo-
sas -desperdiciaban sin consideración su tiempo- soñadoras
incurables de una recompensa celeste.
Takis SINÓPOLUS. Antología de la poesía griega contempo-
ránea.

La incredulidad es el instinto correcto, porque ¿cómo pue-
den estar los muertos realmente muertos? Pienso esto por-
que la ausencia nunca me ha parecido vacía o pasiva, sino
más bien un lugar ocupado, ruidoso e insistente.
Hisham MATAR. El regreso.

Todas las pasiones pasan y se van apagando, excepto las
más antiguas, las de la infancia. Los mitos ambiciosos o libi-
dinosos de la infancia son insaciables, porque la edad madu-
ra -el único momento de la vida que podría saciarlos- desper-
dicia las ocasiones- frescura de los sentidos, circunstancias
positivas en las que esas pasiones podrían haberse expandido
de manera natural.
Cesare PAVESE. Carta del 5 de abril de 1949.

A ti también te dejaré, a ti cuyo nombre no voy a decir,
y de quien no sé casi nada,
aunque a menudo haya pasado tan cerca de ti
que creía que mi vida podría detenerse en ese instante.
Henri MICHAUX. Los que fui.

¡Cuánto más fácil resulta querer al que se despide! Pues la
llama destinada a quien se aleja arde con mayor pureza, ali-
mentada por el fugaz pañuelo que hace señas desde el barco
o la ventanilla del tren. El alejamiento penetra como un tin-
te en aquel que desaparece impregnándole de un suave ardor.
Walter BENJAMIN. Calle de mano única.

Es que estos miles no eran ya regimientos como en tiempos
de paz. Ni siquiera podían compararse a unos cuantos bata-
llones de tropa común como la que había antes. Pero el asun-
to era que no debían haber vuelto. No eran ya oficiales, ni si-
quiera eran soldados, ya no eran nada. Tampoco la revolución
era una revolución, sólo era lo que quedaba cuando todo lo
demás había terminado.
Alexander LERNET-HOLENIA. El estandarte.

Es dulce adormecerse en el corazón roto de las cosas. 
Aimé CESAIRE. Antología poética (Fausto)

Pudo gozar por fin a gusto del lujo supremo que consiste en
prescindir de todo.
Marguerite YOURCENAR. Cuentos orientales.

La tradición oral está muerta y con ella las memorias. La
tribu gitana recuerda, pero los que saben escribir olvidan.
Anota y olvida.
Tomas TRANSTRÖMER. El cielo a medio hacer.

La pasión de amor la barre el hambre;
si no, el tiempo;
y si no puedes servirte de estos remedios, la soga.
CRATES de TEBAS. (s. IV a.C.)

¿Quién nos dirá de quién, en esta casa, sin saberlo, nos hemos despedido?
Jorge Luis BORGES. Antología poética.

El hombre actual sólo quiere recobrar lo maravilloso, lo mara-
villoso de la extrañeza verdadera.
Henri MICHAUX. 

Ya nunca más nos saludamos
con el hermoso saludo de lágrimas.
Indios AXE (de Paraguay), hablando de su extinción.
También dijeron: "Ahora/ nuestras hijas/ lindísimas mujeres/
¿la tierra grande no las cubrió?/ Yo que ya no estoy por entre
las columnas de la selva,/ todavía nada sé que me sosiegue."


En la educación de los hijos, que dura desde los 5 hasta los
20 años, solamente les enseñan tres cosas: montar a caballo,
disparar el arco y decir la verdad.
Ningún hijo se presenta a la vista de su padre antes de los 5
años; antes vive y se cría entre las mujeres de la casa; y esto
se hace con la mira de que, si el niño muriese en los primeros
años de su crianza, ningún disgusto reciba por ello su padre.
HERODOTO. Libro I.

Resuenan pisadas en la memoria
Por el sendero que no recorrimos
Hacia la puerta que no abrimos nunca
En el jardín de rosas
T.S. ELIOT. La tierra baldía. [Jardín de rosas: una metáfora
frecuente en Eliot para el Paraíso.]

está todavía el conmovedor epitafio de Adriano que hizo cons-
truir este imponente mausoleo, tumba de emperadores, hace
unos dos mil años (la fortaleza de Castel Sant'Angelo): "Peque-
ña alma vagabunda y trémula, huésped del cuerpo..."
Vlady KOCIANCICH. Sobre Roma en un artículo publicado
en Clarín el 7/9/97.

Nunca he sido estrechado por los brazos de una mujer con la
plenitud de abandono, los nudos recíprocos, el ardor de pa-
sión que he buscado y cuyo encanto valdría toda una vida.
CHATEAUBRIAND. Cit. por A. Camus en "Carnets".

Yo que tantos he sido
no he sido aquel en cuyos brazos
desfallecía Matilde Urbach.
Jorge Luis BORGES. Poesía completa.

Sin embargo, oh amigo,
Ya que estar libre de sí mismo es alcanzar el cielo,
Hacerle trampa al mundo y no dejar aquí huella alguna:-
¿No es esto lo mejor?
T.E. LAWRENCE. Revista Sur 153/6.

 Ya no hay hombres como los que, en tiempos pasados, daban
gracias por el nacimiento de una nueva mañana.
RIGVEDA, Mandala I, Himno 113.

No saqué billete para la vida,
erré la puerta del sentimiento,
no hubo voluntad u ocasión que yo no perdiese.
Fernando PESSOA. Tabaquería.

Pensé en Ptolomeo y por alguna extraña razón ese pensamiento
se precipitó hacia la frase: "¡Cuántos encuentros perdidos!"
RR

Un cabaret con pretensiones (El Patio). Un letrerito al lado, co-
mo quien no quiere la cosa: SE NECESITA BARMAN, MO-
ZOS Y BAILARINAS.
Alfredo BRYCE ECHENIQUE. Crónicas.

Se mece la laguna en oleaje:
sus mil mínimos destellos martirizan la pupila gris
por el tesón de recordar este paisaje
capaz de prescindir de mí.
Joseph BRODSKY. No vendrá....


Dirijo sin cesar al ausente el discurso de su ausencia: situa-
ción en suma inaudita: el otro está ausente como referente, 
presente como alocutor. De esta distorsión singular nace una
suerte de presente insostenible; estoy atrapado entre dos tiem-
pos, el tiempo de la referencia y el tiempo de la alocución:
has partido (de ello me quejo), estás ahí (puesto que me dirijo
a ti). Sé entonces lo que es el presente, ese tiempo difícil: un
mero fragmento de angustia.
Roland BARTHES. Fragmentos de un discurso amoroso.

HIC ET NUNC
Soy una estatua mutilada
   en el fondo de agua clara.
Fijo en un gesto -y roto.
Sólo un temblor de cosas
espejadas -árboles que se encielan
y rápidos vuelos - puede darme
delirio de tiempo,
transformar la nada en palabra.
Leonardo SCIACIA. Sicilia, su corazón. En Diario de poe-
sía N° 16. Poema completo.

 Nos vinculan a nuestras pérdidas: o peor,
nos muestran lo que tenemos como antaño fue,
en su cegadora plenitud, como si de haber actuado de otro
                                                                                    [modo
pudiéramos haberlo conservado así.
Philip LARKIN. Las bodas de Pentecostés.

Lo decías a menudo: siempre
falta algo.
*
Acababas de morir.
Henri DELUY. En Diario de Poesía, N° 27, 1993.

Yo he perdido tu garganta menuda,
menuda,
y tu inefable proximidad.
Henri MICHAUX. Poemas.

De pronto,
al perderte,
eras todo lo que me quedaba
RR

Me acordaba de la persona que había yo dejado de ver, y
no comprendía cómo puede dejarse alguna vez de ver a las
personas.
Rainer M. RILKE. Los cuadernos de Malte...

Te fuiste y fui
nada queda de mí.
Max AUB. Antología traducida. (Los textos de Aub son ca-
si siempre apócrifos. Pero en este caso se cita a sí mismo co-
mo si él también fuese un 'autor apócrifo'.)

NOMBRARTE
No el poema de tu ausencia,
sólo un dibujo, una grieta en el muro,
algo en el viento, un sabor amargo.
Alejandra PIZARNIK. Poemas. (Poema completo)

CANCIÓN
Lo olvidó en sueños.
Lo olvidó todo
y se abrazó a él.

Olvidó que se divorciaban.
Eran en sueños. Lo olvidó
y se abrazó a él.
Agnieszka WOLNY-HAMKALO (n.1979). Poesía a contra-
golpe.

Tuve a veces caridad.
No logré que fluyese a través.
Una lucecita como de hacha de viento
que nos guíe y devuelva el esplendor.
Ezra POUND. Canto 116.

Cuando los ojos
hayan hecho su parte,
el pensamiento
hará durar
tal maravilla
en el corazón.
Samuel DANIEL. En T. López Mills. Traslaciones.

Cuando nos separemos, tú serás como la hierba acuática
que vaga a 10 mil li.
LI PO (El li, valga el juego de palabras que casualmente
se produce, mide 576 metros)

Todo lo raro pierde un 90% en el habla.
Henri MICHAUX. Antología poética.

Podría decirse, por ejemplo, que tomar una esposa es dotar-
se de una historia. Y si ello es así, debo entender que yo es-
toy ahora fuera de la historia.(...) O podría decirse que mi
historia me ha dejado. O que he de seguir viviendo sin his-
toria.
Raymond CARVER. Tres rosas amarillas.

Aunque estoy en Kyoto,
cuando canta el cuclillo
extraño a Kyoto.
BASHÔ. En viaje.

No es la bienamada quien está lejana, sino que es lo leja-
no la bienamada.
Karl KRAUS. 

Sin ti
me tomo en mis brazos
y me llevo a la vida
a mendigar fervor
Alejandra PIZARNIK

Tantas veces, en el curso de mi vida, la realidad me había
decepcionado porque, en el momento en que la percibía,
mi imaginación, que era mi único órgano para gozar de la
belleza, no podía aplicarse a ella en virtud de la ley inevi-
table que quiere que no se pueda imaginar más que lo que
está ausente.
Marcel PROUST. Cit. por Bataille.

¡Qué difícil era en aquella habitación -frente al calendario,
rodeado de las pertenencias de mi madre, mientras el suave
cántico de los miembros del ashram llegaba apaciblemente
por las ventanas abiertas- negar el hecho de que el pasado
que había dado forma y coherencia a la vida de mis padres
ya no existía para mí!
Pankaj MISHRA. Los románticos.

En opinión de Elías Canetti, la singularidad de Walser con-
sistía en que, al escribir, negaba siempre su miedo en lo más
íntimo, excluía continuamente una parte de sí mismo. En esa
ausencia, decía Canetti, se basaba lo peculiarmente inquie-
tante que había en él.
W.G. SEBALD. El paseante solitario. En recuerdo de Robert
Walser.

¡Argentina! En sueños, con los ojos entornados, vuelvo a
buscarla en mi interior -con todas mis fuerzas. ¡Argentina!
Es extraño y sólo quisiera saber, ¿por qué nunca se me
produjo en Argentina semejante pasión por Argentina?
¿Por qué me asalta ahora, cuando ya me he alejado?
Witold GOMBROWICZ. Diario argentino.

vienen/ iguales y distintas
con cada una es igual y diferente
con cada una la ausencia de amor es diferente
con cada una la ausencia de amor es semejante
Samuel BECKETT. Detritus.

El alejamiento penetra como tinta en aquel que se aleja,
impregnándole de un suave ardor.
Walter BENJAMIN. Dirección única.

Nuestro padre fue sin duda alguna una figura autocrática,
impresionante, solitaria. Había crecido en una familia de
cellistas, amantes de la cultura alemana, había visitado
Alemania en 1930, cuando tenía diez años; había visto a
Hiter en el vestíbulo de un hotel y Hitler lo había deslum-
brado. Pero cuando toda esa celebridad y esa música se in-
terpretaron a sí mismas tan mal en la historia, él se retiró con
sus pasiones, se hizo bautista, escuchó, transportado, sinfo-
níasny trató de recordar los nombres de sus hijos.
Lorrie MOORE. Hospital de ranas.

Lamento haber extraviado aquel primer cuaderno. Recuer-
do la sensación de desasosiego -ahora, atenuado aquello,
sólo me resta curiosidad-, como si al perderlo se me hu-
biera perdido algo de valor incalculable. Siempre me pasa
lo mismo con las cosas que extravío, más aún si son car-
tas o escritos de cualquier índole.
Abelardo CASTILLO. Diarios. 1954-1991

Was is Kunst? ¿Qué es el arte. Una de las respuestas: "El
arte es un intento de defender la integridad del mundo, la
secreta unión entre todas las cosas. Sólo el arte presupone
una secreta relación entre la uña del dedo meñique de mi
mujer y el terremoto de Kobe".
Dubravka UGRESIC. El Museo de la rendición incondi-
cional.

Mis piernas, si tú supieras, ¡qué humo!
Pero tengo siempre tu rostro en la calesa...
Henri MICHAUX. Cit. por G. Picon.

Llegas a mí silenciosa como la lluvia no caída.
Brian PATTEN. Antología.

También llamaba: "¡Oh, vos que me sos tanto y para
quien, quizás, yo no sea ya, casi nada, espejismo en medio
de mi horizonte, rostro tan hermoso siempre en la distancia,
cómo se siente, mi ser, de miserable cuando pienso en nues-
tro amor! ¡Oh, lo no acontecido. Ya no sé buscar lo que me
es bueno. Ya no sé escapar de lo que es mi mal! Las tierras
labradas están detrás de mí. ¡Oh, qué difícil se hace sobre-
llevar el pensamiento de esta idea!"
Henri MICHAUX. Vientos y polvaredas (Inédito en castella-
no)

Estoy persuadido de que una Musa es una mujer muerta,
inaccesible o ausente; de que la estructura poética -como 
el cañón que es sólo un agujero rodeado de acero- sólo
puede basarse sobre lo que no tiene y de que en última
instancia sólo podemos escribir para llenar el vacío o al
menos para situar, en relación con las partes más lúcidas
de nosotros mismos, el lugar donde este abismo inconmen-
surable bosteza en nuestro interior.
Michel LEIRIS. Cit. por J. Hawkes en 'Travestía'

Idea, para un atisbo de relato, basado en un ápice de fantasía,
de 2 personas que constantemente han oído hablar una de o-
tra, constantemente han estado a punto de cruzarse, constan-
temente se han perdido. No se han visto nunca por más que
repetidas veces les han dicho que deberían conocerse, etc.
Henry JAMES. Cuadernos de notas (1878-1911).

Se ha encontrado el "manjar de los dioses", pero nosotros
no lo comemos.
Viktor SHKLOVSKI. Zoo o cartas de no amor.

No olvidar las zanahorias.
Los pepinitos. Las hierbas
que se comen. Los repollos.
Las cebollas. Los puerros.
Los rábanos, los nabos, los perifollos,
el perejil. El cebollín y 
su orgullo: la lechuga.

No olvidarse de luchar contra la soledad.
Henri DELUY. En Diario de Poesía N° 27.

He sido amada por algo extraño que me ha olvidado.
Djuna BARNES. El bosque de la noche.

Yo tenía un millón y medio de estrellas en el bolsillo; mucho
me temo que se haya perdido alguna.
Henri MICHAUX. Los que fui.

Epicteto decía que cuando Dios ya no es capaz de proveer-
nos de fe, amor, o de lo que sea, es porque está dando señal
de retirada.
Sergio BIZZIO. Rabia.

Te dejó en recuerdo una pulsera de plata,
un anillo de oro,
magullones en el muslo...
Estás cansada, por eso lloras.
Tennessee WILLIAMS. En el invierno de las ciudades.

Luz de gas en las tiendas,
el sino de los barcos,
y el viento de marea
toca la vieja herida.

Hasta que se te entumezcan los nervios y tu ahora sea
un tiempo demasiado tardío para el amor o para tenderse.
Acostumbrado al fin
a haber perdido,
a aceptar la penuria,
la sombra de la muerte.
W.H. AUDEN. Poemas.

Bajo las hojas de arce
Mi viejo hogar
Enterrado.
Entre los helechos del alero
El viento pasa.
Minamoto no Toshitori (s.XIII) Japanese Verse.

Cuando un alcohólico deja de beber, pierde la piel que lo
había protegido de todo aquello de lo que huye.
Alan WALL. Bendito seaa el ladrón.

¡Oh, bienaventurados fingimientos,
que en una ausencia tal, dulces engaños
ofrecéis a los tristes pensamientos!
Luis de CAMOENS (s. XVI) Antología del poema traducido.

Pensamiento olvidado, quisiera escribirlo; escribo, en cam-
bio, que lo he olvidado.
PASCAL. Pensamientos.

Esos cuerpos de nieve
no se van a fundir en sentimiento
si se conservan

Frescos, en el aire de la noche
sobre la superficie de la memoria.
Roxana PÁEZ. La indecisión. En Diario de Poesía 41, 1997.

En la noche del 19 de enero de 1979, cuando me dormía, 
oí la voz de mi padre, que me decía algo. Me despabilé, pa-
ra poner atención, y en seguida empecé a olvidar irremedia-
blemente.
Adolfo BIOY CASARES. Descanso de caminantes. Diarios
íntimos.

L.D. se puso la bolsa bajo el brazo y cogió la maleta.
-Sólo quiero decir una cosa más -empezó.
Pero le resultó imposible imaginar cuál podría sea aquella
cosa.
Raymond CARVER: De qué hablamos cuando hablamos de
amor.

La mayor pérdida de Usama, un caballero árabe de la época
de las cruzadas: su biblioteca de 4000 volúmenes.
"¡4000 tomos, escritos valiosísimos! ¡Mientras viva, su pér-
dida seguirá siendo una herida en mi corazón!"
Elias CANETTI. El suplicio de las moscas.

"Cuando el tirador está en posición, su espíritu se concentra
para llegar a un estado de meditación completa." Interpreta
el tiro con arco japonés como un proceso de concentración
que va hasta la aniquilación de sí mismo. En el momento en
que lanza la flecha, el tirador vuelve en sí, y el mundo fami-
liar retoma su aspecto ordinario.
Hisayasu NAKAGAWA. Introducción a la cultura japonesa.
(Se refiere a Herrigel)

En el papel vacío se hallan los cantos más hermosos.
MALLURSSET (¿?). Citado por Marcel Bénabou en "Por
qué no he escrito ninguno de mis libros".

Que toda creación perezca , tan pronto como se la haya con-
cebido;
Que todo dios sea el dios del momento.
Marcel SCHWOB. El libro de Monelle.

Mi vocación se despertó tempranamente: a los 8 años decidí
ser aviador. Por una de esas confusiones, el que la cumplió
fue mi hermano. Supongo que a partir de ahí me quedé sin
vocación y tuve muchos oficios.
Rodolfo WALSH. Ese hombre.

Es la frase de Toukaram: He sufrido males espantosos. Ig-
noro lo que me reserva todavía mi pasado.
Pascal QUIGNARD. Las sombras errantes.

La perdición del creyente es encontrar su iglesia.
René CHAR. Citado por M. Benabou: Por qué no he escrito
mis libros. (Cito ahora a Imre Kertész: "Recuerdo las pala-
bras del párroco de Straslund el año pasado: 'Dios no tiene
religión'". En La última posada.)

LO PERDIDO
Canto lo perdido y lo ganado,
recorro una batalla que se libra de nuevo,
mi rey un rey perdido, perdida tropa mis hombres;
asi corran los pies hacia el alba y el ocaso,
siempre golpean la misma pequeña piedra.
William B. YEATS. Símbolos. (Poema entero)

PADRES
Y cómo flotan esos muertos
en sus palabras
en sus sombras.
FOGWILL. En Diario de poesía N° 27.

Esté todo el tiempo encima de la gente y logrará interferir
con el amor que le estaba destinado; muérase y dejará espa-
cio para usted.
Mark STRAND. En Diario de poesía N° 61.

(Kafka) sabe que el idioma pertenece a los muertos y a los
que todavía no nacieron. A los vivos, sólo les está permiti-
do utilizarlo por un tiempo determinado; después, como el
fuego que no es eterno, se apaga.
Luis GUSMÁN. Kafkas.

Yo soy no enuncia nada que esté dado antes de la enuncia-
ción.
Jean-Luc NANCY. Ego sum.

Me dijo que las víctimas de un trauma no asimilado creen
que están muertas y que no lo saben.
Amy HEMPEL. Cuentos completos.

cuando más vale que un hombre inexistente 
haya partido
(ausencia que es gas para inflar globos)
y nos queda aplastado el pensamiento,
la sensación, la voluntad.
Marge PIERCY. En T. López Mills, "Traslaciones".

Aquello que no pudimos cumplir,
      aquello negado al amor,
perdido en la anticipación,
      se cumple en un descenso,
sin fin: indestructible.
William C. WILLIAMS. En 'Cuaderno de traducciones'.

Creces como cuantos están olvidados
Paul CELAN. Amapola y memoria.

Si te vas es como si no existieras,
y como si tampoco yo existiera.
Marina TSVIETÁIEVA. Antología poética.

La besé en la boca, que estaba vacía de toda pasión pero no
tenía ya la indiferencia de merluza distraída de la primera
vez, sino una tenue calidez amistosa.
Salvador BENESDRA. El traductor.

Mi caso, para ser breve, es éste: he perdido completamente
la facultad de reflexionar o hablar en forma coherente sobre
cualquier tema.
Hugo von HOFFMANNSTHAL. La carta de Lord Chandos.

CEMENTERIO
Sotos de hojas cercan
           el cementerio.
Y con la voz suave del verano
           dicen
           lo que no puede volver.
Por la hierba algún viento busca algo
           perdido.
Pero el tiempo ya se fue
          por las puertas enrejadas.
Harry MARTINSON. En O. Paz: Versiones y diversiones.
Poema completo.

Tú eras mi muerte,
mientras todo se me escapaba
a tí te podía retener.
Paul CELAN. Cit. por P. Auster en "Pista de despegue".

Quien posee una llave sin cerradura nunca debe tener los
dos pies en el mismo zapato. Tiene que recorrer los mares
y los continentes, con la llave en la mano, probándola en
todo aquello que tenga apariencia de cerradura. ¿Para qué
sirve esto?, suelen preguntar los niños todo el rato, per-
suadidos de que cada objeto es una llave que justifica una
cerradura.
Michel TOURNIER. El árbol y el camino.

Habrá una escritura de lo no escrito.
     Algún día esto llegará.
Una escritura breve, sin gramática, una
     escritura hecha sólo de palabras.
Palabras sin gramática de apoyo. Perdidas.
Allá, escritas. Y enseguida abandonadas.
Marguerite DURAS. Esto es todo.

Así la ayuda vuelve a irse sin haber ayudado.
Franz KAFKA. En las notitas que escribió en sus últimos
días, cuando ya no podía hablar.

Bach, que, cuando murió su mujer, dijo a los criados que
le dijeran a su mujer que se ocupara de las exequias.
Fleur JAEGGY. El último de la estirpe.

Su espíritu se retrajo a una región más alejada de la vida de
relación, menos responsable, en la que los pensamientos
quedaban libres de girar hacia la esperanza sin arrastrar con-
sigo las tristezas cotidianas.
Jorge BARÓN BIZA. El desierto y su semilla.

No sé qué hacer con el conocimiento que he adquirido.
Podría dárselo a alguien, supongo. Espera, no, entonces
no sabrían qué hacer con él.
Supongo que podría relajarme. 
Sí, es lo que debe ser sonreímos.
John ASHBERY. Secretos chinos.

Un día nada es. El tiempo justo de volverse uno mismo,
y sobreviene la noche.
PETRONIO. El Satiricón.

Algunas de las fotos las llevo tan grabadas en el alma que
a menudo siento como si hubieran sido impresas sobre mi
persona en lugar de sobre papel. Se hicieron en mi presen-
cia; yo vi la transformación, en un solo segundo de una per-
sona en fotografía, y sé que de otro modo ese segundo se
habría disuelto en la inmensidad del olvido...
Cees NOOTEBOOM. Lluvia roja.

La poesía es el gato muerto del mundo consumista, hedo-
nista y mediático en el que vivimos. No se puede imaginar
una presencia más ausente, una grandeza más humilde, un
terror más dulce.
Mircea CARTARESCU. El ojo castaño de nuestro amor.

lo que siempre acaba por descubrirse con asombro y per-
plejidad: el hombre al que se ama es un extraño.
Annie ERNAUX. Pura pasión.

Quedaba el último recodo del camino. Por un momento
fue como si una luz nunca vista antes, increíblemente viva,
inundase la tierra. Unos pasos más aún y en aquella luz ve-
ría su casa, y su madre se acercaría a él hijo pródigo, y él 
se arrodillaría ante ella, las jóvenes y bellas manos de ella
se posarían sobre su cabeza calva y cana.
Vio los matorrales, los lúpulos. Ni casa, ni pozo; sólo algu-
nas piedras blancas, dispersas en medio de la hierba polvo-
rienta, quemada por el sol.
Permaneció allí, de pie: canoso, encorvado y aún así el
mismo de antes, inalterable.
Vasili GROSSMAN. Todo fluye. (Son las palabras finales
del último libro que escribió.)

Toda la isla está sembrada de homéricos huesos amarillos,
restos de los devotos picnics de la gente de las cercanías.
Aparte de eso, está literalmente pavimentada por la ígnea
losa rojiza de las tumbas sin nombre, que se yerguen, se
quiebran y se desmigajan.
Osip MANDELSTAM. Viaje a Armenia. (Se trata de la is-
la de Sevan)

Mamie sonrió. Pensó en lo agradable que debía de ser ha-
llarse pacíficamente libre del amor, del amor y de sus de-
seos implícitos, un marido y una mujer como dos colegas
del ejército que se cuentan anécdotas y apuestan en los
campeonatos nacionales de béisbol.
Lorrie MOORE. Como la vida.

Estoy en todas partes y en ninguna. Un pasajero en un bar-
co fantasma. 
Charles SIMIC. El monstruo ama su laberinto.

Y si no hay mayor dicha que en la coincidencia de un amor
y de una gran esperanza humana, no hay probablemente ma-
yor desgracia que cuando el abandono llega para quitároslo
todo, desde lo que un instante antes era aún lo más carnal-
mente próximo a vosotros, hasta los vastos horizontes que
el pensamiento creía abrazar.
Olivier ROLIN. Port Sudan.

Rico de un amor inmerecido, perdí con ser amado. Toda mi
fortuna se fundió en un sólo día.
Henri MICHAUX. Poemas.

Cuando leemos nos reencontramos, y cuando vamos al cine
nos perdemos.
Marguerite DURAS. Los ojos verdes.

Sólo existe la lucha por recobrar lo que se ha perdido
Y encontrado y vuelto a perder muchas veces: y ahora
                                        [en condiciones
Que no parecen propicias. Pero tal vez ni ganancia ni pér-
                                        [dida.
Para nosotros, sólo existe el intento. El resto no es cosa
                                        [nuestra.
T.S. ELIOT. La tierra baldía.

Esa tarde estaba sentado en el café Deux Magots [...] De
golpe, con una violencia irresistible, se apoderó de mí la
idea de un gráfico que esquematizara mi vida, y en el
mismo momento supe cómo había que encararlo. Era una
cuestión muy simple con la cual exploraba mi pasado, y 
las respuestas se dibujaban solas sobre la hoja. Cuando
perdí esa hoja, uno o dos años después, me sentí inconso-
lable.
Walter BENJAMIN. Cit. por Genevieve Brisac. Clarín Cul-
tural, 5/7/90.

Mira el mirlo, la linda golondrina ansiosa,
el milano, y todas las aves que se deslizan
en el suave flujo esencial
del tiempo a través de los hombres, que desaparecen.
Allen TATE. Poemas selectos.

El hermano que no existió porque vos exististe en su lugar. Si 
te hubieran concebido segundos antes o segundos después, no 
serías quien sos y no sabrías que tu existencia se perdió en el 
aire de ninguna parte sin que siquiera te enteraras. Lo que no 
llega a ser nunca se sabe que pudo haber sido.
Tomás Eloy MARTÍNEZ. Purgatorio.

Ya dijo Schopenhauer que lo que tenemos puede no hacernos
felices, pero lo que nos falta nos hace ciertamente desdichados.
Jorge L. BORGES. (¿Fuente?)

Los egipcios parecen haber desconocido el número cero. Pese
a todo, fueron conscientes de tal carencia. Así, en las fuentes,
siquiera de manera esporádica, se puede observar un vacío es-
pecífico dejado por el escriba en el lugar donde nosotros ha-
bríamos puesto en la actualidad un cero.
César VIDAL MANZANARES. La sabiduría del Antiguo 
Egipto.

En el fondo, lo que consumo con felicidad resulta ser una
ausencia: proposición en absoluto paradójica, si tenemos en
cuenta que Mallarmé la ha convertido en el principio de la
poesía: "Digo: una flor y... musicalmente se levanta, idea
misma y suave, la ausente de todos los ramilletes".
Roland BARTHES. Lo obvio y lo obtuso.

Habrá una escritura de lo no escrito.
   Algún día esto llegará.
Una escritura breve, sin gramática, una
   escritura hecha sólo de palabras.
Palabras sin gramática de apoyo. Perdidas.
Allá, escritas. Y enseguida abandonadas.
Margueritte DURAS. Esto es todo.

en cuanto ella dejaba de ser lo desconocido, Proust dejaba de
estar sediento de conocer, dejaba de amar. El amor volvía
con la sospecha de una mentira, por la que Albertine se hur-
taba al conocimiento, a la voluntad de posesión.
Georges BATAILLE. La experiencia interior.

Nos creíamos pobres, desposeídos de todo,
Pero poco a poco perdíamos una cosa y otra.
Así, cada día se convirtió
En una conmemoración de muerte:
Componíamos canciones
Sobre la generosidad de Dios
Y sobre nuestra antigua riqueza.
Anna AJMÁTOVA. Poemas escogidos.

Ya no tengo ninguna noción sobre lo que creía saber o espe-
rar volver a ver.

Ya está, esto es todo.
Marguerite DURAS. Esto es todo.

Oh no tan pronto hagas De mí un ausente
Y el ausente de mí
¡Que no te lleves mi Hoy!
Quisiera estarme todavía en mí.
Macedonio FERNÁNDEZ. En G. García: MF la escritura en
objeto.

...la ausencia completa de una relación entre la existencia y
la vida real. Ser carente de existencia, o mejor dicho: ser sin
existencia. He aquí la gran novedad de la época.
Imre KERTESZ. La última posada.

Espera en vano a ese desaparecido que no se decide a volver
para quedarse a su lado.
Su madre sí está viva. Pero tan poco viva, tan preocupada,
tan sola. La soledad del pequeño y la soledad de la madre
no concilian ni se encuentran.
Entonces el niño mira el mar gris. Sí, su mirada está perdida.
J.-B. PONTALIS. El que duerme despierto.

Sólo ella a mi lado podría hacerme dormir. El símbolo de lo
inaccesible en este mundo.
Yorgos SEFERIS. Días 1925-1968.

Vivo próximo al río en el puente de Meng
Mi puerta enfrenta la boca del puerto de Meng
Naves que vienen del sur siempre están llegando-
¿Hay alguna carta para mí?
WANG WEI. Poems.

Al final de este día queda lo que quedó de ayer y quedará de
mañana: el ansia insaciable e innúmera de ser siempre el mis-
mo y otro.
Fernando PESSOA. Libro del desasosiego.

Pájaros blancos sobre el río gris.
Flores escarlata en las colinas verdes.
Veo pasar la primavera y me pregunto
Si alguna vez regresaré a casa.
TU FU. En C. Milosz. A Book of Luminous Things.

Aquello que él había olvidado decirle, fortaleció el cariño en
ausencia de ella.
Peter HANDKE. Historia del lápiz.

El amo de la casa, ¿está o no está?
Hierbajos en el umbral,
polvo en la casa:
El amo de la casa, ¿está o no está?

Mientras en el cuerpo,
lujuria en el corazón:
no, el dueño de la casa no está,
nuestro señor de los Ríos Encontrados.
BASAVANNA (1106-1167). Cantos a Siva.

Obstáculo tan leve sobre mi pecho, cómo te apoyas ahora,
te apoyas tanto ahora que ya no estás.
Henri MICHAUX. El pulso de las cosas.

Se ha ido. Ya no como:
quedó sin gusto el pan.
Se ha ido -todo es tiza
si lo llego a tocar.
Para mí era el pan, 
era la nieve;
ya la nieve no es blanca,
el pan no sabe a nada.
Marina TSVIETÁTIEVA. Antología poética.



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