miércoles, 11 de noviembre de 2015

EL CHICO INDIO





 1


 Se entrega a la llanura
 despertando un sueño tras otro:
 despegándose de su sombra, 
 entrando al fin en su indio.
 ¡A galopar!
 ¡Cómo es necesario galopar!
 Tan hondo como a través del agujero central
 de su existencia
 pasa esa fina luz con imágenes:
 este galopar hacia la llanura
 que se entrega, así como la tarde.
 Galope amortiguado:
 galopo para siempre
 esa tarde
 imitando el sonido,
 sumergido e iluminado por la creencia:
 todos los actos de mi vida
 están por comenzar...

 La realidad
 estaba para ser transformada
 No había otra manera
 Sino la culpa y la vergüenza
 lo perseguirían


 Cuando era un indio en esa loma que representaba
 las Cuatro Esquinas
 me sentía latir como un indio.
 Un indio, y no el ejército de los azules:
 ese inadaptable luchaba contra la tiranía
 del hombre blanco
 Mi sangre sabía
 ser la sangre de un indio
 Mi cuerpo sólo era mi cuerpo
 siendo el cuerpo de un indio
 cabalgando
 solo
 en ese territorio
 infinito.

 No he vuelto a tener esa clase de saber.
 A todo lo demás apenas si puedo llamarlo
 "conocimientos".
 Porque o era ese indio
 que no terminé siendo
 o no sabría ser.
 *
 Y si hubiese sido un indio,
 ¿igual hubiese querido más que nada ser un indio?


 2


 Después el indio se fue transformando
 en ese loco
 que con su cabeza metálica
 hacía retumbar de noche
 los muros internos del Hospicio
 Ese loco harto de corduras
 Ese loco Artaud sin ataduras
 Ese loco Artaud entre los indios
 Otra vez
 salvaje
 otra vez en las fronteras del mundo
 en los bordes del lenguaje.

 Contra

 Galopar contra
 golpeándose la grupa
 encendiendo la sangre:
 ¡a galopar!
 Ahí están todavía
 la llanura

 y la tarde.

 Chico-indio
 loco-salvaje:
 nunca te apagaste.

lunes, 9 de noviembre de 2015

MÁS POEMAS DEL SÁNSCRITO

 


La poesía sánscrita se extiende a lo largo de 2500 años, des-
de alrededor de 1500 a.C. al siglo XII, d.C. Desde el Rigveda,
dedicado a la Diosa Noche. También el Ramayana fue escrito
en esta lengua que es difícil de clasificar, ya que, a diferencia
por ejemplo del latín, que ha tenido un uso coloquial, además
de un período clásico, el sánscrito nunca fue una lengua habla-
da por la gente común. El latín medieval es en realidad el que
llamaríamos clásico, en el sentido de que sólo lo usaban las
clases religiosas o ilustradas, pero esto no sucede con esta
lengua indoeuropea. El sánscrito, por otra parte, con su abru-
mador vocabulario, así como con sus en apariencia intermi-
nables posibilidades gramaticales, por el cual un poeta puede
transformar cualquier parte del habla en otra, resulta entonces
el verdadero monumento legado por los antiguos hindúes,
comparable a "las Pirámides, la Esfinge, el Ziggurat, el Par-
tenón", como dijera René Daumal en los años 30.
 Hay muchas antologías de poesía sánscrita, que a lo largo de
los siglos se tornó más y más lírica.
 Para un comentario más amplio de esta tradición literaria,
ver Poemas del Sánscrito, publicado en este espacio el 3 de
enero de 2011.






Prohibida dicen ellos
 mala suerte
 completamente indecente
 pero mi corazón gime por esa muchacha
 florecida
 con su primera
 sangre menstrual

 ANÓNIMO


 Cuando un amante
enroscando un puño en su
negra y espesa cabellera
la fuerza con duros besos-
¡Ah! salvajes palabras
empujadas a través de esos indignados
dientes de mujer
pueden traerle buena
fortuna
a todos los sufrientes

 VIDYA (La primera -y tal vez la mejor- de las poetisas del
sánscrito)


Descansa un momento
en la fresca
sombra de las ramas de estos árboles.
Me gustaría conversar un poco con vos, viajero.
Más adelante el camino
no tiene sombra
ni un bolsón de agua
Rocas y filosos riscos
lo hacen
casi impasable.

ANÓNIMO DEL SUBHASITA-RATNAKOSA (s. XII)


De alguna manera ella
logró atravesar el día
anticipando
los cien placeres de la noche.
¡Su amado ha vuelto!
Pero ahora es el momento de entrar en la alcoba
y los parientes
no paran su aburrida conversación.
Loca de deseo la muchacha finalmente grita
algo me mordió
sacude rabiosamente su pollera
y derriba
la lámpara.

AMARUSHATAKA (O Cien poemas de Amaru, es una
antología de autores varios del s. IX)




El día se ha ido, hijo,
hoy otra vez
tu cruel padre no me ha enviado palabra.
El camino se ha vuelto oscuro
durmamos.

ANÓNIMO DEL SUBHASITAVALI


¿Por qué estás flaca?

¿No puede mi cuerpo ser de esta manera?

¿Cubierto de suciedad y cenizas?

Cocino para mis abuelos en su pequeña cabaña.

¿Alguien piensa hacia atrás
en los viejos días?

¡Nunca!
Entonces rompió en un sollozo y
cayó sobre mi pecho.


MARULA (Poetisa, sin fechas)


Ignoraste
las cambiantes estaciones del amor,
te sacudiste los consejos
y trataste a tu amante con
helada indiferencia
Brillantes
brasas de traición
reunidos sobre tus propios pechos desnudos,
y sin embargo gritas de furia
como un salvaje
animal herido.

VIKATANITAMBA (poetisa, s. IX)


A través de toda la noche lentamente
hicimos el amor,
cuerpo apretado contra cuerpo,
mejilla contra mejilla.
Nos dijimos cada pensamiento que nos venía en mente.
Perdidos en los brazos del otro
perdidos en palabras, nunca nos dimos cuenta
de que el alba había llegado
la noche volado

BHAVABHUTI (s. VIII)





Incapaz de lanzar
una semblanza
del rostro de mi chica, sus ojos oscuros,
sin duda la luna
está remodelando su frío
disco, sólo
para volver a disolverlo.

ANÓNIMO


Pequeños jadeos
de respiración,
sus párpados apenas separados,
la piel erizada
y cuentas de sudor-

por encima de las olas de las sienes
la insignia del amor,
y yo sólo
puedo inclinar mi cabeza
frente al misterioso cambio
que una mujer
experimenta

ANÓNIMO


Su pollera salpicada con sangre
demonio de búfalo
punzada
en su pica,
Gauri la diosa
como si florecida
con menstruación,
está avergonzada-
se ríen de ella los dioses-
¡es victoriosa!

GONANDA




Esta laminilla de luna contra el brillo crepuscular.
Arañazo-de-amor una novia porta en su seno,
entrevisto por la fina seda roja.

HALA   (¿S. II, d.C.?)


HIMNO A LA NOCHE

Tan vasta, nuestra Diosa Noche, ella se alza,
ojos-estrellas mirando a todas partes;
toda su finura de vestir desplegada.
El espacio alto y el bajo ella llena, Noche Eterna,
su belleza proviniendo de la oscuridad.
Cercana a los talos de hermana Día
ella anda. Deja correr la oscuridad...
Al acercarte, nos desviamos hacia casa
como pájaros que vuelan para anidar.
La vida en todas partes retrocede: hombre, bestia
y pájaro. Aún el doliente halcón
regresa buscando descanso.
Noche, escúdanos del lobo y del ladrón.
Que haya calma a través de nuestras horas.
Oscuridad cerrada me ha traído una mortaja.
Amanecer, llévatelo, como mis deudas, lejos.
Hija del Día, a ti, como a un becerro,
es ofrecido mi himno. Recíbelo ahora
como peán para un conquistador.


DEL RIGVEDA (s. XV a X a.C.)


Noche de jazmines y truenos,
pétalos rasgados,
viento en los enmarañados árboles kadamba-
nada ha cambiado.
La primavera regresa y nosotros
simplemente hemos envejecido.
En los bosquecillos de cañas del Río Narmada
él desfloró mi
niñez antes de casarnos.
Y peno por esas noches lejanas
en que jugábamos al amor
junto al agua.

SHILABHATTARIKA




Los nombres cobran fuerza como puros nombres
había alguien detrás de ese cerco de cañas del nombre
pero ya hace mucho que se ha ido
ahora queda la música perfumada de sus versos
los hilos de emoción de entonces
fluyen por nosotros
que alguna vez seremos un nombre vacío como ésos

ANÓNIMO


¿Adónde se ha ido el sol?
¿Han desaparecido
la luna y las estrellas?
Negras nubes
montan el horizonte
como la marca de un astrólogo
una línea de blancas
grullas

ANÓNIMO


Contra un blanco veloz, invisible,
qué hábil arquero se atreve a desplegar su arte?
El amor, sin detenerse a apuntar,
soltó todas sus flechas y ninguna le erró a mi corazón.

HARSA


La flor de loto, que una vez estuviese orgullosa
de parecerse a tus ojos, se ahogó y hundió.
La luna, reflectora de la luz de tu belleza,
se ha escondido detrás de una nube.
Los gansos salvajes, deseosos de expresar
tu gracia, se han volado. Mi reticente Destino
me niega aún esos inadecuados
modos de recordar tu encanto.

YASOVARMAN


Cuando estuve con ella, su mirada era aún circunspecta,
aunque sonreía cuando yo hablaba de cosas externas:
modestos sus modales: su amor aún no había sido revelado,
ni estaba totalmente oculto.

KALIDASA


FINEZA

Cuando él entró, ella se levantó. Ninguna posibilidad de
                                                                 [sentarse juntos.
Ella esquivó sus brazos para ordenar hojas de betel.
Mientras él abría la boca para hablar, ella llamó a la criada.
Una furia fina,
cacheteándolo cada vez por el exceso de cortesía.

AMARU (s. VII)



Pronto, en secreto,
protegiendo a la chica
cuyo amante la ha
abandonado, las amigas
cortan los brotes
mientras surgen
en el jazmín.

RAJASHEKHARA


Es cuando el deseo ha alcanzado su pico
y todo el esfuerzo del amante
se inclina sobre su consumación
que una mujer, debilitada, pero implorante
con cada sílaba, dicha lentamente por la entrada al amor
en todo lo que ella dice o hace es fascinante.

KAVISEKHARA


Los árboles de mangos están cubiertos del humo negro de
                                                                           [las abejas;
los brotes abiertos de las asokas estallan en llamas
mientras los kimsukas de brotes más oscuros se transforman
                                                            [en carbones ardientes.
Entonces, ¿dónde puedo descansar mis ojos
cuando las representaciones del amor están en todos lados?

VAKKUTA




Alguna cosa
indeterminada de ningún placer
ningún dolor,
trascendiendo la descripción,
las mentes respetables la han declarado
"así es el soltarse."

Pero esta
temblorosa muchacha,
el pelo sobre
sus brazos y sus piernas excitante,
un atisbo en su ojo
como si hubiese tomado licor-

la pollera cuando se desliza
de su cuerpo
a mi mente esto
es soltarse.

Del SHRINGARATILAKA



FUENTES

Daniel Ingalls. Sanskrit Poetry from Vidyâkara' "Treasury".
Harvard Univ. Press, 2000.

Andrew Schelling. The Cane Groves of Narada River. Erotic
Poems from Old India. City Light Books, 1998.

Andrew Schelling. Dropping the Bow. Poems from Ancient
India. Broken Moon Press, 1991.

Tony Barnstone. Literatures from Asia. Prentice Hall, 2003.

Keith Bosley. Poetry of Asia. Five Millenniums of Verse
from Thirty-three Languages. Weatherhill, 1979.

W.S. Merwin and J. Moussaieff Masson. The Peacocks's
Egg:  Love Poems from Ancient India. North Point Press,
1981.

Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)