martes, 31 de enero de 2012

DE UN VICCIONARIO

Se figuró por un momento
que él era solamente el hormiguero
y las palabras
sus hormigas.

OLVIDO

Anoche se olvidó en la bañadera
y entonces de mañana
no se encuentra
El silencio que le agrada
a esta casa:
cuando todos han salido
y nadie ha vuelto
Después vendrán los ruidos
y los gritos
más tarde las palabras
El cuerpo silencioso
-por un rato-
fue parte del silencio
preferido
de esta casa

[Si bien el poema se llama "Olvido", de alguna manera me
recuerda un poema de Auden. Debo buscarlo.]

lunes, 30 de enero de 2012

TRES PARTES DE UN INESCRIBIBLE POEMA

Sonrisa:
vienes flotando desde otro mundo
sólo para probar su existencia

Un finísmo hilo
de tristeza
desde muuuuy lejos
embebe la llama
que quema estas letras

La lengua por la que pasaron
tus varias veces
silenciosas
palabras:
joven siempre

sábado, 28 de enero de 2012

NOMADES

Este barco-mundo nuestro
hace agua
Este barco sabe-siente
que sólo hace agua

¿Acaso nómade es quien sabe
que no pertenece a este mundo?

¿O bien es nómade el que asume
que el mundo no le pertenece?

También si acudo a los maestros
es fácil confundirme

¿Qué dijo Pound de esto?
"Perdí mi eje luchando contra el mundo."

¿Qué dijo Kafka desde Praga?
-también hay nómades con casas fijas-
"En la lucha entre tú y el mundo,
toma partido por el mundo."


Nómades

 beduinos al-murrah con sus burqu
                                
                  bajau de las Filipinas en sus lipas

qashqai, los pastores migrantes de Irán

               tuaregs del Sahara Occidental, con la cara y el
cuello envueltos en el tagilmust  de 6 metros de largo

bambutis, pigmeos de la selva africana en el Congo

                               guajiros del monte bajo colombiano

bororos, pastores de Nigeria

                huchis afganos

yoruks turcos

                       akuyiros, indios del Surinam

extintos yahganes de Tierra del Fuego

         lapones de Noruega

                          nómades mongoles en sus yurtas

kazakhs pastorales, de origen turco

                                            samburus del norte de Kenya

                  basseris, de Irán...

Ya no hay un lugar en el barco-mundo
para ustedes/ para nosotros

deserción de las sendas

el silencio que aletea como una voz
para hundirse luego
donde había sido el cuerpo

para ofrecer: su falta de reino

anómalas canciones sin hilajes
y con un viento salvaje
mezclándolas

cultos de lo vibrátil

faunas y follajes desbautizándose

habría que transfundirse pasado

rostros vueltos al vacío

'ni un canto de todos esos muertos
tenemos-
susurros de una hierba jadeante'

así estuvimos,
estamos:
desespiertos

jueves, 26 de enero de 2012

POEMAS DE AMOR DEL ANTIGUO EGIPTO

La poesía egipcia es una de las más antiguas del mundo.
Dividida su historia en 3 Reinos, la poesía amorosa aparece
exclusivamente en el Reino Medio, llamado Nuevo, que re-
presenta el último gran florecimiento de la civilización egip-
cia. Para la época en que se escribieron los textos que publi-
co a continuación, pertenecientes a las Dinastías XIX y XX,
entre 1300 y 1100 a.C., ya la larga declinación era imparable.
Para el año mil, el espíritu había partido de este lugar.

Hay cuatro pequeñas colecciones de poemas de amor sobre-
vivientes de esos tiempos: 3 de ellas sobre papiro y la cuarta
como ostracón -el fragmento de una piedra alisada para es-
cribir sobre ella o como en este caso, de un gran jarrón.

Están escritos en egipcio tardío, manuscritos, en hierático,
que es la forma cursiva de la antigua escritura jeroglífica.
Es necesario recordar que la escritura jeroglífica no se redu-
ce a un sistema de signos elaborado para transmitir la sonori-
dad de las palabras, ya que para eso los egipcios conocían
perfectamente bien las formas de escritura simple y práctica,
además de poseer 26 signos monolíteros, más que suficientes
para escribir todos los sonidos consonánticos de su lengua.
Sucede que en esta escritura cursiva superior, llamada hierá-
tica, utilizaban signos prácticamente abstractos que, además,
podían representarse con un rápido trazo.
La escritura jeroglífica, entretanto, constaba de 600 signos,
con sus múltiples combinaciones -signos, que, además, po-
dían asumir varias funciones- razón por la que los egipcios
la eligieron por encima de los sistemas de escritura más sen-
cillos.
"Para los egipcios la realidad se situaba más allá de las apa-
riencias, siempre pendientes de las ilusiones de la perspecti-
va y de las metamorfosis ocasionadas por el tiempo", escribe
Marina Scriabine. R. Weill en "Investigaciones acerca de la
Primera Dinastía y los tiempos pre-faraónicos", de 1961, di-
ce: "el dibujo egipcio es una definición y una exposición que
contiene la máxima suma de realidad posible".
Intentan representar lo más plenamente posible la escencia permanente e intemporal de los seres.

Estos poemas muestran la parte alegre y jovial del pueblo
egipcio. El tono dominante es menor: los amantes se enfren-
tan con diversos obstáculos que los separan, pero esos impe-
dimentos son parte del juego amoroso, del amor que se man-
tiene insatisfecho.
Los amantes se denominan, como en otras literaturas antiguas,
como por ej. el Cantar de los Cantares, 'hermano' y 'hermana',
y suelen alternarse en el canto.
El anhelo de estar cerca de la amada y gozar de su cuerpo ín-
timo, es el tema más insistente de la poesía amorosa egipcia.
El amor del que se habla en estos versos no contiene ni melan-
colía, ni el tono agridulce de otras estéticas. Habla de un amor
en general irrealizado, pero no irrealizable. No hay 'locura de
amor' en estos poemas -dolor extremo, mal irremediable- sino
una ardorosa levedad y la búsqueda del amor sensible.

Los tres Papiros son:
1. PAPYRUS HARRIS 500 (British Museum): Muy mal
estado de conservación y los poemas son fragmentarios,
incompletos, oscuros.
2. PAPYRUS TURIN 1996: Colección breve y fragmen-
taria; la menos utilizada para esta antología.
3. PAPYRUS CHESTER BEATTY (British Museum): el
mejor conservado. Contiene 3 colecciones de poemas de
amor.



"Aunque sofisticados en el contexto de sus propios tiempos,
los poemas tienen la simplicidad conceptual y la tersura del
lenguaje que constituyen las piedras basales de la antigua le-
teratura Egipcia". Miriam Lichteim. A.E.L.


A los Papiros se ha sumado el OSTRACÓN DEL JARRÓN
CAIRO. Un alto jarrón en el que se habían inscrito numero-
sos poemas de amor.
Tres de esos fragmentos se conocen desde 1897; 28 más se
hallaron en las excavaciones de 1949 al 51. Están, por lo tanto,
abiertas las posibilidades de nuevos descubrimientos.

En total, se han encontrado y descifrado 55 cantos individua-
les. El trabajo en el que se han basado muchos autores para
producir sus versiones en otras lenguas es el de Bernard Ma-
thieu: La Poésie Amoureuse de l'Égypte Ancienne: Recherches
sur un genre litteraire au Nouvel Empire. Cairo, 1996.
Incluye el texto hieroglífico, la traducción francesa y un deta-
llado análisis gramatical.

LOS POEMAS


1.
SUEÑOS DE FRAGANCIAS

Cuando sostengo a mi amor apretada
       Y sus brazos pasan rodeándome furtivamente
Soy como un hombre trasladado a Punt (*)
        O como alguien en las extensiones de cañas,
Cuando el mundo entero de pronto estalla en flores.
En esta tierra de sueños de fragancias del Mar del Sur,
Mi amor, tú eres esencia de rosas.


(*) Punt: un territorio que se supone estaba en la costa
africana del Índico, del cual procedían varias maderas aro-
máticas, además de la resina de mirra y ciertos inciensos,
lo cual le otorga el carácter de un lugar paradisíaco.

2.
Si ya, mi pequeña criada, has terminado
de trotar aquí y allá para vestir la alcoba de la señora
(mi querida antagonista espera ahora allí dentro),
te instruyo lo siguiente:
arregla las más blancas sábanas alrededor de su moreno
                                                                              cuerpo
(encima debajo detrás entre).
Para ella nada de cama en mero lienzo real,
Y, muchacha, cuidado con usar telas comunes;
Luego adórnala con su más clara túnica,
Tócala con tus más exóticos perfumes
Y vete.
Ella está preparada.


3.
Encuentro a mi amor pescando
Los pies hundidos en los bajíos.

Desayunamos juntos
Y tomamos cerveza.

Le ofrezco la magia de mis muslos
Él queda atrapado en el hechizo.


4.

¡Mi amor ha regresado, déjame difundir la noticia!
Mis brazos se abren amplios para abrazarla,
Y el corazón hace piruetas en su oscura cámara
Feliz como un pez cuando la noche sombrea la alberca.
¡Tú eres mía, mi querida, mía para siempre,
Mía desde el día que por primera vez musitaste mi nombre!


5.

DEL OSTRACÓN N° 25218

Si sólo pudiese ser el lavandero
   Que lavase su ropa siquiera por un mes
Yo sería puntual para retirar los atados,
   Vigoroso para aporrear los pesados lienzos,
Pero suave para tocar esas prendas delicadas
   Que se sitúan pegadas al cuerpo que amo.
Enjuagaría con agua pura los perfumes
   Que se demoran en sus túnicas,
Y secaría mi propio cuerpo con las toallas
   Que ella ayer sostuvo contra su cara.
El tacto de sus ropas, sus texturas,
   Su ternura aún en ellas,
¡Gracias a dios por el cuerpo,
   su juvenil vigor!


6.

ÉL DICE:

Ayer, siete días sin verla.
   Mi enfermedad empeora,
   ¡los miembros pesados!
   Ya no me reconozco.
El alto sacerdote no es remedio, el exorcismo es inútil:
   una enfermedad más allá del reconocimiento..
Yo dije: ella me hará vivir,
   su nombre me animará,
sus mensajes son la vida de mi corazón
   yendo y viniendo.
Mi amada es el mejor remedio,
   más que cualquier farmacopea.
Mi salud reside en su arribo,
   me curaré con sólo verla.
Que ella abra mis ojos
   y que mis miembros vuelvan a la vida;
que ella hable y mis fuerzas retornarán.
Abrazarla expulsará mi enfermedad
   siete días y
   ella me ha abandonado.


7.

CUANDO NOS BESAMOS...

¡Cuándo nos besamos y sus labios se entreabren
   vuelo a la altura de las nubes sin cerveza!
¡Qué paraíso ganado, qué plenitud,
   qué vuelco celestial de los acontecimientos!
¡Ah, alza una para Menkat, Nuestra Señora del Licor,
   pero mantén la boca apretada
   sobre la muchacha!


8.
CREO QUE IRÉ A CASA

Creo que iré a casa y me acostaré muy quieto
   simulando una enfermedad terminal.
Entonces vendrán los vecinos en tropel a mirarme,
   mi amor, tal vez, estará entre ellos.
¡Cómo sonreirá mientras los doctores
   gruñen entre dientes!
Ella sabe perfectamente lo que me aqueja.


9.
Si acaso yo fuese su Nubia criada
La que atiende sus necesidades personales (*)
Eso significaría que la piel de todo su cuerpo
Quedaría expuesta/revelada ante mí.

(*)"Quien se ocupa de atender sus pies"


10.
TE AMO A LO LARGO DE LOS DÍAS

Te amo a lo largo de los días,
             en la oscuridad,
A través de todas las largas divisiones de la noche,
              esas horas
Que yo, pródigo, desaprovecho solo,
              y yazgo, y doy vueltas, despierto hasta el alba.

Y con tu forma pueblo la noche,
            y pensamientos de ardiente deseo crecen vivos en mí.
¿Qué magia había en esa voz tuya
            para traer tan cantante vigor a mi carne,
A miembros que ahora yacen indiferentes en mi cama sin vos?

Por eso imploro la oscuridad:
             ¿Adónde te fuiste, Ah hombre que ama?
¿Porqué te has ido de aquella cuyo amor
             puede marcar el rumbo, paso a paso, de tu deseo?

Ninguna amante voz responde.
Y yo (demasiado bien) percibo
qué solo estoy.


11.
DEL JARRÓN CAIRO 1266 + 25218

El amor de mi hermana está en la otra orilla,
El río divide nuestros cuerpos;
Las aguas son poderosas en época de inundación,
Un cocodrilo aguarda en los bajíos.
Entro en el agua y enfrento las olas,
Mi corazón es fuerte en lo profundo;
el cocodrilo me parece una laucha,
La inundación le parece tierra firme a mis pies.
Es su amor el que me da esta fuerza,
Produce un hechizo-acuático en mí;
¡Veo el deseo en mi corazón
Cuando ella está frente a mí!


12.
DEL PAPIRO CHESTER BEATTY I
Tres poemas

a.
¡Ah, si vinieras a tu hermana rápido!
Como un mensajero real acicateado por la impaciencia de
                                                                               su señor,
Su corazón impaciente por su llegada.
Ven pronto
todos los establos están a tu disposición
Hay caballos en todas las estaciones,
El carruaje está listo.

Ningún caballo temerario
-Cuando te encuentres con ella-
Se compararía con la estampida de tu corazón.


b.
¡Ven rápido
a la casa de tu amada (hermana)!
Como un caballo del rey
Elegido entre miles de purasangres
Entrenado desde su alimento
Y que parte en incomparable galope
Al mínimo chasquido del látigo,
De tal modo que ni siquiera el encargado de la caballeriza
(que es un Hitita)
puede detenerte.
El corazón de tu hermana lo sabe:
¡Ya no te encuentras lejos de ella!

c.
Ven a ella como la gacela del desierto
espoleada a zigzaguear en nerviosa prisa
cruzando y volviendo a cruzar el camino
aterrada por los perros gañidores
y por el cazador,
quien al fin encuentra su rumbo
y toma al río como camino
con el ojo puesto en el escondite.

Tú a salvo en la casa de tu amada
Besando sus manos cuatro veces,
Una adecuada proclamación de tu amor,
Haces todo esto
Dentro del gran destino prefijado
por la Diosa Dorada.*


(*) La Diosa Dorada (o Nubt) es un nombre de Hathor, la
diosa del amor.


13.
DEL OSTRACÓN DEL CAIRO

Hermano mío, me resulta agradable ir a la playa
para bañarme contigo, para que aprecies mi belleza,
mi malla de la más fina tela real
que cuando está mojada y transparente...

Me alejo nadando y regreso
y cuando salgo a la superficie hacia tí
¡mira! un pecesillo rojo
se cuela entre mis dedos.
Ahora ven,
ven más cerca y mírame.

14.
LA OCA SALVAJE SE ECHA AL VUELO

La oca salvaje se echa violentamente al vuelo, luego
        se calma, batiendo sus alas distraída,
Maliciosa destructora de las redes,
        flagelo del nidal.
Aves, gruesas como lagartos, desmenuzan por ahí
        graznando y todo es confusión.

No aleteo, a pesar de estar atrapado
        (pájaro que canta) en una invisible red.
Solitario, alzo mi llamado
        bajo el peso de mi amor:
Este corazón está contrapuesto al tuyo.
       Nunca estaré lejos.
Equilibra mi amor con tus cuidados.







                                          Esta célebre pintura "Nebamun cazando pájaros en
                                          los pantanos" es un poco anterior en el tiempo,
                                          1425 a.C., pero parece un retrato del poema 14.
                                          Pertenece a la tumba Tebana de Nebamun y es una
                                          de las 11 pinturas Egipcias del Museo Británico.


BIBLIOGRAFÍA

Ezra POUND/ Noel STOCK: Come swiftly to your love. Love
        Poems of Ancient Egypt. New Directions, 1962.
John FOSTER. Love Songs of the New Kingdom. Univ. of
        Texas Press, 1974.
Miriam LICHTEIM. Ancient Egyptian Literature. Vol. II :
         The New Kingdom. Univ. of California Press, 1976.
W. KELLEY SIMPSON/ R. RITNER/ V. TOBIN/ E. WEN-
TE Jr.: The Literature of Ancient Egypt: An Anthology of Sto-
         ries, Instructions, Stelae, Autobiographies and Poetry.
         Yale Univ. Press, 2003.
Barbara HUGHES. Love Lyrics of Ancient Egypt. Univ. of
          North Carolina, 1994.

miércoles, 25 de enero de 2012

2 FESTEJOS

2 FESTEJOS PARA ESTE BLOG

Se cumplieron hoy 10.000 págs vistas, desde su inicio,
y Fernando Sabido Sánchez agregó mi bio-biblio y algu-
nos poemas a su notable página de miles de poetas. En el
mismo día.

Http:/poetassigloveintiuno.blogspot.com/2012/01/5693-robert-
rivas.html

sábado, 21 de enero de 2012

UN PEQUEÑO HOMENAJE A JOHN TAGLIABUE



Creo no equivocarme, pero puedo estar muy equivocado,
si digo que John Tagliabue es un poeta medio desconocido
en castellano. No sería causa de trastorno alguno si así fuera,
ya que hace poco el suplemento cultural de un diario muy di-
fundido de Bs. As., revelaba que "al poeta más importante de
hoy no lo conoce nadie" (refiriéndose al británico Geoffrey
Hill). Un destino que los poetas de todo el mundo suelen
compartir.
John Tagliabue nació en Cantu, cerca de Como, Italia, en
1923 y murió en los Estados Unidos, donde era Profesor Uni-
versitario Emérito, en mayo de 2006. De cáncer (en su caso
de páncreas) que es, según parece, la verdadera 'plaga' de
nuestros días.
Publicó una gran cantidad de poemas y recorrió una buena
porción del mundo. Una parte importante de su obra se desta-
ca por su extrema sensibilidad, teñida por su paso por Japón
y su budismo.


BUDA INSPECCIONANDO A BUDA

Una hormiga
en el párpado
del dios inspeccionaba
el interior de la piedra.


LAS BRILLANTES RUEDAS DE LOS VERSOS
(Fragmento)

Un muchacho en bicicleta zigzaguea con naturalidad
                                                 en el aire de la primavera;
un dios avanza a través de la ciudad en nuestras Canciones.
Buda: "... y un cuerpo sin atender, desaseado y
debilitado por la penitencia
no será receptáculo adecuado
para la luz de la verdad...
Por cierto, a nadie puede impedírsele guardar
reglas más estrictas,
si está debidamente preparado,
pero las reglas no deben ser impuestas
a nadie,
pues ellas son innecesarias".


¿QUIEN ANOTA ESTOS HECHOS?

Pequeña ave
en otoño
con un ligero toque verde en la cabeza
en un árbol inmenso como el Hinduísmo
va de hoja en hoja
como el alma
de un viajero
que lee las Escrituras.


CERRANDO TUS OJOS

¿Alguna
vez

permitiste
que
un
poema
escapara
en
el
aire
como
un
ligero
bello
pájaro
sin
pedirle
que
diga
una
palabra
de
que
él
retornaría
en
otra
estación
en
otra
vida?


ABERTURA EN LA MANGA DE UN KIMONO

Mirando
a través de la abertura de la manga
uno encuentra suficiente espacio
como para esconder abanicos, armas,
amantes en miniatura.


KYOTO EN LA PRIMAVERA

Sombrillas como flores llevadas por niñas,
lluvia como flores llevada por dioses.

miércoles, 18 de enero de 2012

IDIOMAS OLVIDADOS Y 'EL TRABAJO DE LA CIVILIZACION'

Este texto encabezaba el libro-nacido-mudo, llamado "Cam-
bio de Mundos". Si resulta demasiado actual, si parece algo
que estuviera ocurriendo cerca nuestro, será sólo producto
de circunstancias notablemente casuales.

IDIOMAS OLVIDADOS

Y los Indios no podían comprender
una religión que no obligaba a comportarse
con todos los hombres por igual.
"¡Aún no he conocido a un cacique Indio
que rompa su palabra!",
dijo el General William Harney, en 1871.
Una religión que justificaba la masacre de sus pueblos,
la matanza de mujeres, niños y ancianos...
¡Una religión que justificaba la injusticia!
"Los mejores murieron
por una vieja ramera desdentada".
Así retomo hoy las palabras de Pound,
cuyo significado resuena hacia atrás y hacia adelante
de la historia.
"Los mejores murieron (a millares)..."
Los que honraban la tierra,
los que suplicaban su perdón al ciervo que debían cazar,
al árbol de cuya corteza debían servirse
para sobrevivir.
"Los mejores murieron",
para llenar las venas de oro.
¿Hacia dónde fluían esas venas?
Desde Perú, desde México,
desde América Central...
Cruzaban el océano esas venas.
Y el material poblaba arcas y altares por igual.
En América del Norte
el oro fluía desde el Oeste,
bajaba desde Alaska,
desde las minas robadas a los Tlingit,
a los Tillamook.
Muchos norteamericanos blancos ricos,
inmensos negocios
que se abrían sobre cadáveres.
Gruesas venas se colmaron en esos tiempos,
verdaderas galerías intestinales,
tentáculos recorriendo el suelo atlántico,
y que ahora, multiplicados,
evacúan el oro día y noche.
Y sigue la gigantesca ACUMULACIÓN.
¿A qué costo? ¿Acaso importa a alguien ese costo?
El mayor genocidio que conoce
y desconoce
el género humano.

En la isla de desembarco de Colón,
dice el testigo Fray Bartolomé de las Casas:
"Entre 1494 y 1508, más de tres millones de Indios (Tainos)
murieron por la guerra, la esclavitud y las minas de oro.
¿Quién en las futuras generaciones
podrá creer esto?"
"Los mejores murieron
por una vieja ramera desdentada,
por una civilización sin remedio..."
El ciervo y el cerezo para vivir,
y no el desmonte feroz de las selvas,
la contaminación de las aguas,
y la destrucción de especies animales
y de irrepetibles culturas humanas,
a cambio de oro,
y de su acumulación siniestra e interminable.
¿A alguien se le ocurre hoy
que la expoliación ha terminado
o que terminará?
Ingenuo Bartolomé de las Casas, reclamándole
a los Reyes de España
que detuvieran la masacre.
A esos Reyes a los que Colón les informara, en 1492,
"son aptos para recibir órdenes y hacerlos trabajar,
para sembrar y hacer cualquier otra cosa que necesitemos".
A esos Reyes o a sus sucesores herederos
les informó también Hernán Cortés, con alborozo,
que había quemado los Códices
(además de someter a sus portadores).
¿Para qué quemar los Códices Mexicanos?
¿No tendrían NADA que aportar
 a la civilización representada por los Cortés?
Y los que llegaron al Perú, según se dice,
eran mucho más bestiales.
¡Esos destruyeron un imperio
que tenía organización central, agua caliente,
caminos, justo reparto y sentido, sobre todo sentido,
por unos montones de chatarra de oro!

Y otros de la misma calaña
invadieron las selvas
donde moraban los seres más felices
que se hayan conocido en esta tierra.
¡Hombres que no necesitaban trabajar!
Y los masacraron con pestes y venenos
y bombas
para alcanzar su inexistente Dorado.

Para los peces del río: dinamita.
Es el oro lo que cuenta,
no los ríos o los peces.

En lugar de ejércitos, hoy se mueven capitales.
Desembarcan, invierten, subsidian, funden,
hacen dumping.
Las ganancias son tan grandes como aquellas
y ya no necesitan quemar poblados,
ahogar a los niños,
esclavizar y exterminar 'cristianizando'
a los pobladores aborígenes
con sus propias manos.

Estas nuevas religiones trabajan con las necesidades
más elementales.
¡Producen esclavos sin trabajo!
Esta clase de esclavos que no existen
-aunque no carezcan de existencia-
en tanto no perturben el orden Capital.
En tanto permanezcan al margen.
Al margen de la vida,
de cualquier sentido de la vida
que no sea el de la mínima supervivencia.
A los Indios: Reservaciones o Muerte.
En nombre de la Civilización Occidental,
el hombre ha animalizado a su semejante.
El Capital es una gran religión, también.
Dios Rédito gobierna
sobre todas las cosas;
explica el mundo y sus contradicciones,
habla del "destino manifiesto", establece
el sentido único y último
-Económico-
de Todo.
Sus grandes gurúes, apóstoles y sabios
tampoco tienen rostro.
Sólo son visibles sus templos.

Los Indios se asombraban
de que los blancos viviesen
en tan impensable disparidad de medios.
¡Palacios y cárceles!, decían azorados.
"¡Cárceles para los que no pagan sus deudas!"
No pudieron entenderlo:
"¿Vender las tierras? ¿Y porqué no el aire
o los mares?"
Realmente,
esos hombres y mujeres
no entendieron nada.

Y la Gran Religión
se fue perfeccionando.
¿No son, acaso,
extraordinariamente más eficaces
sus instrumentos de convicción?

En 1849 el gobierno de los Estados Unidos resolvió
pasar los Asuntos Indígenas del Departamento de Guerra
al Departamento de Interior.
¿La razón? Las feroces acciones de los blancos
habían cohesionado en la lucha a las tribus Indias.
Era necesario ahora destruir sus lazos y raíces,
sus culturas.
Enviarlos a andar el "Camino de las lágrimas".

Entre 1856 y 1867, según el Departamento de Estado
le costaba al gobierno de E.E.U.U.
un millón de dólares matar a un Indio.
Costaba arrancarles su "salvaje"
concepción de la vida.

En 1886 una política federal prohibió el uso
de cualquier idioma Indio.
Y esa prohibición no fue levantada hasta 1990.

Pero el Remington a repetición
resolvió muchos problemas.

La Religión Capital, la Religión Mundial
tiene un lugar importante para la producción de armas.
Una Religión que no re-liga nada.

Y no hay retorno posible.
Las especies idas, ya se fueron.
Desaparece una especie de vida por día.
Desaparecen 4000 metros cuadrados de bosque
por segundo.
En los próximos 100 años desaparecerán inexorablemente
el 90% de los 6000 idiomas que se hablan en el mundo.
Son cifras oficiales.

La civilización triunfante
no tiene interés en convertirse
a las viejas religiones.
Ni las grandes cosmópolis de pobres
piden regresar a la vida tribal.

El Sol, que representaba a Dios
para muchos de estos pueblos,
porque encendía las cosechas
y daba luz a las criaturas de la tierra,
sabemos hoy que es una pequeña estrella
ubicada en los límites remotos
de una gran galaxia con forma de lente
que comprende unos 400 mil millones
de soles.
Y que hay más soles en el universo
que granos de arena en todas las playas del mundo.

También sabemos que los soles se apagan
y que las civilizaciones
se funden, se pudren y se mueren.

Y que vendrá una gran noche
que traerá OLVIDO
a tanto sufrimiento.

¿Habrá un "Cambio de Mundos", entonces?
¿Eso fue lo que dijo el Cacique Seattle de los Duwamish-
Suquamish?

"Cada parte de este suelo es sagrado para mi pueblo.
Por la noche, cuando las calles de sus ciudades estén
silenciosas y ustedes las crean desiertas, bullirán de re-
tornantes anfitriones que una vez poblaron y aún aman
esta hermosa tierra.
El hombre blanco jamás estará solo.
Los muertos no carecen de poder.
¿Muertos, dije?
No hay muertos: sólo un cambio de mundos".








Bertold Brecht: "De las ciudades quedará sólo el viento
que pasaba por ellas."


EL TRABAJO DE LA CIVILIZACION
Es un texto expurgado de "Idiomas Olvidados" o BLILKLA
Fue alejado del libro porque 'no me sonaba'.
Pero, en relación con el texto anterior, ahora resuena.
Algo en él resuena, y entonces lo agrego.

"Unos 400 años atrás, Hernando Pizarro (168 hombres, 67
caballos), hizo estrangular a Almagro -"Su mejor hombre"-
en 1538, y su hermano Francisco fue asesinado por los vete-
ranos de Almagro en 1541. Gonzales Pizarro, otro hermano,
quien por un tiempo fuera amo absoluto de la Nueva Casti-
lla, fue decapitado por un enviado de Carlos V, en 1548.
También Cortés (660 hombres, 18 caballos, 10 cañones),
por esos tiempos, se encargaba de llevar 'la Civilización'
a los salvajes. Es el que informó a su Rey con orgullo y des-
precio la quema de los Códices Aztecas.
Habían echado las redes del mayor genocidio de la historia
humana.
Como quedó comprobado, basta un puñado de hombres para
derribar un Imperio. En cambio al norte del Río Grande, las
seiscientas sociedades tribales sostuvieron la lucha por otros
350 años. Recién en 1890 los 'civilizadores' podían asesinar
a mansalva a los escasos indios sobrevivientes.

"Hoy, a esta hora, en el primer piso del Kunsthistorisches
Museum de Viena, a la izquierda del majestuoso salón de la
cúpula, cuelga un cuadro de Brueghel el Viejo, llamado "La
Guerra entre Carnaval y Cuaresma". Representa satíricamen-
te a la sociedad europea luego de atravesar la Reforma y la
Contra-Reforma: desquiciados de todas clases se dan cita en
la plaza. El cuadro data de 1559.

"Casi 400 años más tarde, el Profesor Ugo Cerletti, el más
renombrado psiquiatra de Italia, asiste a un matadero de chan-
chos. Su célebre perspicacia le hace notar que los cerdos que
no mueren por la descarga eléctrica que se les aplica para ma-
tarlos, 'cambian de conducta'. Comunica de inmediato esta ob-
servación a su discípulo, Lucino Bini y ambos deciden expe-
rimentar este 'tratamiento' sobre los salvajes europeos llama-
dos "locos". Cerletti es un hombre con llegada al Duce, y tie-
ne, por ende, contactos. El jefe de Policía arresta a un inge-
niero de 38 años que presenta un estado de desvarío en la
estación Termini. Cerletti y Bini le realizan dos electro-
shocks con un intervalo de minutos a pesar de que el pacien-
te dice, muy serio, después de la primera descarga: "No vuel-
van a hacer eso. Es peor que la muerte." Cerletti estuvo a un
tris de obtener el Premio Nóbel de Medicina (¿y porqué no
el de la Paz?) por su descubrimiento.

"W.G. Sebald describe en "Los emigrados" el llamado méto-
do de bloque, 'recomendado por el psiquiatra alemán Braun-
mühl, que consistía en propinar tandas de hasta más de 100
electroshocks con pocos días de intervalo."
¿Cuántos millones de "civilizadores" chorros de electricidad
habrán atravesado cabezas salvajes desde entonces?

Volvemos a situarnos frente al cuadro de Pietr Brueghel el
Viejo: entre el gordo ridículo que representa al Carnaval y
el flaco medio muerto que representa a la Cuaresma, vagan
unos 200 infelices, lisiados y desquiciados. Es la sociedad
holando-europea medieval. La que llevó la civilización a
América. Si se observa con atención, se notará que detrás
del aljibe cuadrado aparece el único animal vivo del cuadro.
Es el único ser que presenta una expresión alegre, casi de
regocijo de toda la plaza. Y es un chancho.

Trabajaron en sus chalupas, Brueghel y Sebald, en medio
del diluvio de la "civilización".




ALGUNAS ANOTACIONES

El poema de Ezra Pound es "Hugh Selwyn Mauberley" y se
 refiere a los caídos en la 1° Guerra Mundial y a la civiliza-
ción que condujo a esa masacre.
En inglés:
"They died a myriad,
And of the best, among them,
For an old bitch gone in the teeth,
For a botched civilization."
Habría que agregar que en sus últimos años, Pound confesó
haberse equivocado al atribuir el desastre mundial a la usura,
diciendo que se había dado cuenta de que el verdadero proble-
ma era la codicia.

"Mírame a mí y mira la tierra. ¿Cuál piensas que es más vie-
jo? La tierra, y yo he nacido sobre ella... No nos pertenece só-
lo a nosotros: fue de nuestros ancestros y debería ser de nues-
tros hijos mañana. Así como la recibimos la resguardamos.
Déjennos en paz. eso es lo que prometieron en sus tratados-
dejarnos en paz. ¿Qué hacen estos soldados blancos aquí?
¿Para qué han venido? Para espiar nuestra tierra, y para
encontrar un buen lugar donde situar un fuerte y un camino,
y para extraer el oro."
Cacique Toro Sentado (Tatanka Yotanka), de los Indios Hunk-
papa, en 1875. Al año siguiente comandaría las tropas indias
unidas para hacer respetar los tratados, derrotando al 7° de Ca-
ballería dirigido por el Gral. Custer.
El Reverendo W.H. Murray, acerca de Toro Sentado: "Cono-
cí a este hombre; lo conocí en relación a su alto cargo entre su
pueblo y en sus elementos como persona. En cuanto a su cargo
le he rendido honores, como hombre lo he admirado. Él repre-
sentaba en persona, en modales, en la mente y en el heroismo
de su espíritu el tipo más elevado de una raza que en muchas
y raras virtudes se asoman entre las razas más nobles de la
tierra."

                                              Cacique Toro Sentado (Tatanka Yotanka)


Población de Indios a la llegada de los conquistadores.
Es un tema debatido. Según Henry Dobins, había en América
del Norte unos 10 millones de indios y en toda América, unos
90 millones.
Magnus Mörner calcula que había "con seguridad más de 50
millones en el Nuevo Mundo, y el desastre demográfico que
tuvo lugar después de 1492 no tiene comparación en la histo-
ria de la humanidad". Race Mixture in the History of Latin
America. Little Brown &Co., 1967.

La Guerra Civil estadounidense empeoró mucho la situación
de los indios. En 1871 el Gobierno decidió que no se firma-
rían más tratados -que aunque valieran poco, porque no se
respetaban. al menos eran un elemento legal, como se com-
probó en el Siglo XX, ya que abogados indios han litigado
contra el Estado, gracias a esos pactos firmados.
Con el asesinato de Toro Sentado en 1890, prácticamente
terminaron las resistencias indígenas.
Para 1900 se calcula que sólo quedaban con vida 250 mil
indios. De hecho la 14° Enmienda de la Constitución no se
aplicaba a ellos. Recién en 1968 se sentaron algunas bases
para una política más decente en torno a su condición civil.

"La política del Buró de Asuntos Indios era la destrucción y
la supresión de los lenguajes indios y de sus culturas", dice
Brian Swann en "Coming to Light": "En 1886, se anunció
una política federal prohibiendo el uso de cualquier idioma
Indio. Esto no se revirtió hasta 1990, con el Acta de Lenguas
de los Nativo-Americanos, que reconocía las lenguas como
"una parte integral" de las culturas e identidades de los Nati-
vos y afirmaban el derecho de usar sus lenguas en la instruc-
ción pública de los Indios." Coming to Light. Contemporary
Translations of the Native Literatures of North America.
Vintage Books, 1996.

"Son una nación desalmada, eso es seguro. Han convertido
a algunos de los suyos en sirvientes. sí, ¡esclavos! El mayor
objetivo de sus vidas parece ser el de adquirir posesiones-
ser ricos. Desean poseer el mundo entero".
OYIHESA, de los Santee Sioux

"Cuanto más considero la condición del hombre blanco,
más fuerte se vuelve mi opinión de que, en lugar de ganar,
han perdido mucho sujetándose a lo que ellos llaman le-
yes y regulaciones de las sociedades civilizadas".
Cacique TOMOCHICHI, Indios Creek. Tomochichi fue lle-
vado a Europa y conoció al Rey de Inglaterra y al Obispo de
Canterbury, era un "salvaje" ilustrado.


                              El Cacique Tomochichi y otros Indios Creek, presentados
                              ante el Gobernador Oglethorpe -y luego al Rey Jorge II y
                              al Obsipo de Canterbury. Fuente: Colin Calloway: The
                              World Turned Upside Down. Indian Voices from Early
                              America. Bedford Series, 1994.

Agregado del 18 de agosto (2013)
Una cita de los Diarios de Giorgos Seferis:
Domingo, 19 de enero [1940]
"Muerte de James Joyce hace unos días. Pienso en la
miserable época de la paz intermedia y al hacer balance
no veo nada que quede excepto uno, dos o tres nombres
como éste, que conservaron algo realmente valioso. To-
do lo demás semilla de muerte."




jueves, 12 de enero de 2012

UNA LUNA PARA OCHO ISLAS: TANKAS JAPONESES DE 8 SIGLOS



"UNA LUNA PARA OCHO ISLAS: TANKAS JAPONE-
SES DE 8 SIGLOS", es un libro no nato.

Contiene alrededor de 600 poemas (en japonés "wakas")
que van del siglo VII al XV.
Hace unos cuantos años -la situación no ha variado esen-
cialmente- percibí una fuerte inclinación de la tendencia edi-
torial de habla castellana hacia la Poesía China, en desmedro
de la Poesía Japonesa y, dentro de ésta, hacia el haiku, que es
sin duda merecedor de una gran atención por ser una forma
poética original y maravillosa, pero dejando de lado el tanka,
que me parecía también poseedor de una belleza notable.
Entonces -porque yo era así, y porque 'la situación no ha varia-
do esencialmente'- tomé este camino, por lejos mucho menos transitado, y traduje durante varios años, del inglés -la biblio-
grafía es riquísima en ese idioma- varios centenares de tankas.


Los períodos históricos de Japón se denominan según el
lugar en el que residía la capital del Imperio. Nara, hasta el
año 794, Heiano (Kyoto) hasta 1156, cuando por primera vez
los militares copan el gobierno, y Kamakura, período que du-
ra hasta 1338. A su vez, una forma paralela de distinguir los períodos poéticos va a estar marcada por las grandes antolo-
gías que caracterizan cada época. Fundamenalmente el Manyô-
shu, "Colección de una miríada de hojas", realizada a fines del
siglo VIII por Otomo Yakamochi y otros; y el Kokinshû, "Li-
bro de las Estaciones", colección de poemas antiguos y moder-
nos dirigida por Ki no Tsurayuki, Midu Tamamine y otros,
unos 20 libros conteniendo 1111 poemas y realizada por orden Imperial hacia el año 900.
Podríamos hablar de las muchas Antologías Poéticas Impe-
riales, de las características de la Corte, de la mezcla de Bu-
dismo, Shintoísmo, Taoismo y Confucionismo que hay en
sus poetas; de la enorme popularidad de la poesía en esos
tiempos; de los grandes concursos que representaban el ma-
yor desafío posible para sus participantes; del aware, del yu-
gen, de los temas de su poesía; de las características gramati-
cales del idioma japonés, de cómo sus verbos están goberna-
dos tanto por los temas como por los tópicos; de las palabras-almohada (o makurakotoba) y de las palabras-pivote (o kakekotoba); de sus adjetivos "en labor", ya que son tan inde-
pendientes del sustantivo que hasta son conjugados; de que el
tanka se construye con cinco versos, de 5,7,5,7,7 sílabas, así
como el más conocido haiku parece una abreviación máxima,
de 5,7,5 sílabas; o que el período de 784 a 1100, llamado perí-
odo clásico temprano es el más original y rico de la literatura japonesa; o de que en el siglo XI Kyoto ("Ciudad de la Paz"),
era la capital cultural más importante del mundo; o de que en
ese mismo siglo 'de Oro', se produjo el extraordinario fenóme-
no de que las mujeres se igualaron a los hombres en el plano
del prestigio literario, algo que no había ocurrido -ni volvería
a ocurrir hasta fines del siglo XX- en ninguna época o región...
Podríamos contar también la historia de mi relación con el
Maestro Kuwata, y de cómo intenté hacer con él una revisión
de estas versiones que, por provenir del inglés, no me parecie-
ron lo suficientemente legítimas como para publicarse.
Sólo puedo agregar que esta poesía japonesa es TAN bella,
que en muchas casos resiste la doble traducción y aún con-
mueve.
Pero ya pasó mucho tiempo. Vayamos, mejor, a los TANKAS.
Están presentados guardando un orden cronológico.


1
Hacia arriba en dirección a Yamato
Sopla el viento oeste,
Dispersando las nubes;
Aunque separados como estas nubes,
¿He de olvidarte alguna vez?

Emperador NINTOKU (313-399)


2
El sauce
Que crece junto al río-
Mientras fluye el agua,
Se inclina, luego se yergue,
Pero no pierde sus raíces.

Príncipe WOKE (s. V)


3
(En alegría)

En lo alto de la cascada
Que se derrama por las rocas,
Brotes de helecho.
La primavera ha venido.

Príncipe SHIKI (668- 716)


4
(Cuando fue revelada su secreta relación con el Príncipe
Hozumi)
Aunque las palabras de la gente
Son desenfrenadas y el rumor me duele,
Cruzo el río de la mañana que jamás
En mi vida había cruzado.

Princesa TAJIMA (m. en 708)

5
(A Dama Ishikawa)
En el goteante rocío
De la montaña que fatiga los pies
Permanecí esperándote.
Mojándome con el goteante rocío
De la mañana.

Príncipe OTSU (663- 686)


6
(La Dama Ishikawa contesta)
El goteante rocío
De la montaña que fatiga los pies
Donde tú me esperaste,
Mojándote:
Eso me hubiese gustado ser.

La Dama ISHIKAWA (s. VII)


7
La correntada salina
A la boca del río
Refluye hacia el mar:
Con la oscuridad a mis espaldas,
¿Debo partir, dejándole a él atrás?

Emperatriz SAIMEI (s. VII. Poema de duelo ante la muerte
de su nieto Takeru. Pertenece a una serie de 4 poemas.)


8
(Otro de los poemas relacionados con la muerte de su nieto)
Como las espumantes aguas
del Río Asuka,
Moviéndose incesantemente:
Sin descanso
Regresa mi mente a él.

Emperatriz SAIMEI


9
Las estrellas pasan.
La luna pasa.
Nubes azules pasan sobre las montañas
Hacia el Norte.
Los años se deslizan.

Emperatriz JITÔ (645-702)


10
Te esperé
Y suspiré por ti.
Mi persiana
Se conmovía por el roce
De la brisa otoñal.

Princesa NUKADA (s. VII, era considerada la mayor poetisa
de su tiempo.)


11
Mi enredado cabello
No he de cortar:
Tu mano, mi amadísimo,
Lo ha tocado como a una almohada.

ANÓNIMO (Del MANYÔSHU)


12
(Refiriéndose al trueno)
Como ese resplandor y rugido próximo
A las nubes del cielo,
Verlo me aterra,
No verlo me entristece.

ANÓNIMO  (del KOKASHÛ)


13
Ah ¿cuándo terminará esta noche
Y romperá el alba?
Añoro ver los brotes del ciruelo
Que los pájaros desparraman,
Saltando de rama en rama.

ANÓNIMO (Del KOKASHÛ)


14
Mil años, dijiste.
Mientras se derretían nuestros corazones.
Miro la mano que tú sostenías,
Y el dolor es difícil de soportar.

Dama HEGURI (s. VIII)


15
De viaje y solitario
Veo al pie de una colina
El bote pintado con arcilla roja
Bogando hacia el mar abierto.

TAKECHI no KUROHITO (comienzos del s. VIII. Sirvió
en la Corte Imperial de la Emperatriz JITÔ. Sus poemas de
viajes constituyen algunos de los primeros ejemplos de este
género.)


16
Por todo el prado
En el que florecen las rosas amarillas,
Multitudes de violetas se han abierto
Con esta lluvia de primavera.

Princesa TAKATA (s. VIII. Del MANYÔSHU)


17
Las poleas de mis pensamientos de amor
Llenarían siete carruajes-
Carruajes inmensos y de pesadas ruedas.
Así es la carga que llevo
Por propia elección.

Princesa HIROWAKA (s.VIII)


18
La escarcha yace blanca
Sobre el suspendido
Puente de las Urracas.
La noche se ha ido hace rato.

OTOMO no YAKAMOCHI (718-785). Fue General, hombre
de la Corte, Gobernador Provincial y Gran Consejero de Esta-
do.


19
¿Con qué comparar
La vida de este mundo?
La barca de remos
Que en la clara mañana
Se aleja sin dejar rastro.

Monje MANUZEI (Fines del s. VIII)


20
Las coloreadas hojas
Han escondido los senderos
Sobre la montaña de otoño.
¿Cómo puedo encontrar a mi muchacha
Vagando por caminos que no conozco?

KAKINOMOTO JITOMARÔ (ca. 680-700). El mayor
poeta del Manyôshu.


21
Las murmuraciones crecen como hierbas
En el prado de verano
Mi muchacha y yo
Dormimos abrazados.

JITOMARÔ


22
(Su último poema)
Sobre las rocas del monte Kamo
Me encuentro tendido.
Tal vez mi hermana no lo sepa
Y continúe esperándome.

JITOMARÔ


23
Otros pueden olvidarte,
Pero no yo.
Soy visitada
Por tu hermoso
Fantasma.

Emperatriz YAMATOJIME (Com. s. VIII) Era la esposa
del Emperador TENJI y luego de la muerte de su marido en
671, actuó un tiempo como Regente.


24 y 25
(Poemas de guardias fronterizos enviados a la costa Kyûshû
contra una posible invasión desde el continente asiático)

He recibido
La espantosa orden.
Desde mañana
Dormiré con la hierba,
Sin ninguna esposa a mi lado.

MONONOBE AKIMOCHI

Esa esposa mía
Debe amarme mucho:
En el agua que bebo,
Aún, su sombra.
Nunca podría olvidarla.

WAKAYAMA MIMARÔ


26
No sonrías para tí mismo
Como una nube que pasa flotando
A través de una verde montaña.
La gente sabrá que estamos enamorados.

Dama OTOMO no SAKANOE (s. VIII)


27
Ya que no viniste
Para cuando la luna de perla
Llegaba a su cenit,
Tuve que soñar contigo
Para darte el amor que sentía.

Dama OTOMO no SAKANOE


28
Soñé que sostenía
Una espada de doble filo
Contra mi carne.
¿Qué presagia?
Que te veré pronto.

Dama KASA (s. VIII. Amante de Yakamochi)


29
[¿Uno de los poemas más bellos que se hayan escrito?]

Como la perla de rocío
Sobre la hierba de mi jardín
En las sombras de la noche,
Dejaré de ser.

Dama KASA


30
¡Ni siquiera los patos salvajes
Que rastrean la orilla
De la laguna de Karu
Duermen solos
Entre las delicadas malezas del agua!

Princesa KI (s. VIII)


31
He venido con el corazón leve
A arrancar unas violetas.
Luego no pude partir
Y pasé la noche aquí
En el prado de esta primavera.

YAMABE no AKAHITO (s. VIII. Este poema es menciona-
do por Bashô, en su célebre libro de viaje).


32
(Dirigido a una joven)
¿Qué puedo hacer contigo,
Tú que semejas
El laurel en la luna,
Que puedo ver con mis ojos
Pero no tocar con mis manos?

Príncipe NUJARA (S. VIII. El 'laurel que crece en la luna',
es una leyenda de origen chino.)


33
En la profundidad de la montaña,
Hollando las rojas hojas de arce,
Escucho lamentarse al venado
En el pesar del Otoño.

Monje SARUMARU (Vivió antes del s. IX. Era un monje
shintoísta o Tayû.)

34
Mirando a la luna
Me siento triste de mil maneras
Aunque el otoño
No sea sólo mío.

ÔE no CHISATO  (s. VIII)


35
Como el río Minano
Que cae en cascada
Desde lo alto del Tsukuba,
Mi corazón se ha tornado
Agua profunda.

Emperador YOSEI (fines del s.  IX)


36
Cuando el viento sopla
Sobre blancas gotas de rocío
En los campos del otoño,
Las desatadas cuentas
Se esparcen.

FUN'YA no ASAYASU (Com. s. IX)


37
Cuando sople la brisa del este
Envíame, amado ciruelo, tu aroma.
No te olvides de la primavera,
Aunque tu señor no esté contigo.

SUGAVARA MIJIZAME (s. IX. Ministro, poeta tanto en
chino como en japonés. También fue cartógrafo... y enviado
al destierro.)


38
Mi mente está deslumbrada:
¿Viniste a visitarme?
¿O yo a ti?
¿Fue nuestra noche un sueño?
¿Estaba yo durmiendo? ¿O estaba despierta?

La Sacerdotisa del Santuario de Ise (s. IX. Este poema fue
enviado por la Sacerdotisa de Ise a su amante, el afamado
poeta, (pero también amante) Ariwara no Narijira


39
(Respuesta al anterior)
Erro a través de la más negra sombra
De la oscuridad del corazón,
Aturdido.
Tú que conoces el mundo del amor, decide:
¿Es mi amor realidad o sueño?

ARIWARA no NARIJIRA (825-880. Autor del Ise Monoga-
tari, Cuentos de Ise. "La oscuridad del corazón" es la metáfo-
ra budista para el apego a este mundo y en especial para el
amor humano.)

40
Si no existieran
Las flores de cerezo
En este mundo,
¡Qué tranquilos estarían nuestros corazones
En primavera!

ARIWARA no NARIJIRA


41
Saber o no saber-
¿Porqué haríamos
Esta vana distinción?
Extrañar intensamente
Es la señal [faro] luminosa del amor.

MUJER ANONIMA (s. IX. En respuesta al poema de Nari-
jira.)


42
La bata de niebla
Usada por la primavera-
¡Qué delgada la trama:
Por el viento de montaña
Tan prontamente desordenada!

ARIWARA YUKIJIRA (813-893). Era el hermano mayor
de Narijira.


43
El viento ha detenido
La corriente del arroyo de montaña
Tan sólo con una gavilla
De rojas hojas de arce.

JARUMICHI no TSURAKI (m. 920. Fue Gobernador Pro-
vincial)


44
No, el corazón humano
Es incognoscible.
Pero en mi lugar natal
Las flores aún huelen
Igual que siempre.

KI no TSURAYUKI (882-946). Uno de los mayores poetas
de la literatura japonesa, editor principal del Kokinshû. Tam-
bién uno de los mayores calígrafos del Japón. Además, com-
piló el Shinsenwakashû y escribió un diario, el Tosa Nikki.

45
En la palma de mi mano
Un poco de agua -sólo un instante
Reflejada por la luna.
¿Era ella realmente?
Así fue mi paso por este mundo.

KI no TSURAYUKI (Su último poema)


46
Sin duda caerán
Sin haber visto la luz
Del resplandeciente sol
Las coloreadas hojas encerradas entre rocas
Allí en la profundidad de las montañas.

FUJIWARA SEKIO (815-853. Vivió en reclusión. Músico
y calígrafo.


47
A la deriva y sin meta
Ni resistencia, estos frágiles pétalos
Caen flotando
Como la espuma de un arroyo
Y se esfuman.

SUGANO no TAKAYO (Cs. 810)


48
Imperceptible
Se marchita en el mundo
Este corazón humano
Semejante a una flor.

ONO no KOMACHI (834-880. Es la belleza legendaria del
Japón. Uno de los Seis Genios de la Poesía del Kokinshû.


49
Aunque regreso a ti continuamente
Por los senderos de los sueños,
Aquellas noches de amor
No merecen de ti
Una caricia que me despierte.

ONO no KOMACHI


50
Los pinos de la montaña Tokiwa
Están siempre verdes.
Me pregunto,
¿Reconocerán el otoño
Por el sonido del viento que sopla?

ONO no KOMACHI

51
¿Acaso mi amor es como
Las hierbas escondidas en lo profundo
De las montañas encantadas
Que cada día crecen más frondosas
Y sin embargo nadie las ve?

ONO no YOSHIKI (m. en 902)

52
Aunque estén distantes
Aquellas montañas de la primavera
Alzándose donde la niebla alcanza el cielo,
La fragancia de las flores recién brotadas
deriva hasta aquí con la más leve brisa.

ARIWARA MOTOKATA (Ca. 900. Nieto de Narihira)


53
En un día de primavera
En el que todo está bañado
Alegremente por el sol,
¿Porque caen en cascada los capullos de cerezo?
¿Porqué no desean permanecer?

KI no TOMONORI (s. X. Sobrino de Tsurayuki y su ayudan-
te en la compilación del Kokinshû)


54
El crisantemo blanco
Está disfrazado por la primera helada.
Si quisiera arrancar un pétalo,
Sólo podría encontrarlo por casualidad.

OSHIKOSHI no MITSUNE (Com. s. X)


55
En el amanecer
Cae la blanca nieve
Sobre la aldea de Yoshino
Como la luz
De la luna de la mañana.

SAKANOUE no KOREMORI (s. X)

56
Tanto la dura maleza del bambú
Como los blandos mimbres
Vuelven a crecer cuando se los corta.
¿Porqué es el amor de una mujer
más de lo que un hombre puede soportar?

MINAMOTO no HITOSHI (880-951)

57
(De las Tierras del Este)
Muelo el arroz
Y mis manos están cuarteadas.
Esta noche, mi joven príncipe
Tomando mis manos suspirará.

MUJER ANÓNIMA


58
Al amanecer
Bajo el parpadeante sol,
Hay tristeza
Mientras nos vestimos
El uno al otro.

ANÓNIMO del KOKINSHÛ

59
Oscuramente
A través de las nieblas de la mañana
Mis deseos rastrean la barca
Que desaparece de la vista
Bogando silenciosamente tras la isla.

ANÓNIMO

60
¿A quién, me pregunto,
Pertenecerán sus verdaderos sentimientos:
Esa azucena
Inclinándose con cada brisa
En el prado de otoño?

FUJIWARA TOKIHIRA (m. en 909. Era Ministro.)

61
Suavemente,
En la luz lunar del amanecer,
Un viento barre
Hojas carmesí
Por la ladera de la montaña.

MINAMOTO no SANEAKIRA (910-970


62
El venado en las montañas de pinos,
Donde no hay hojas que caen,
Conoce el advenimiento del otoño
Sólo por el sonido de su propia voz.

ONOKATOMI no YOSHINOBU (Fines s. X. Era Oficial
de la Corte y fue uno de los compiladores de la Antología
Imperial llamada GOSEN SHÛ.)


63
Como un barquero
Cruzando el Estrecho de Yura,
Perdido el timón,
Desconozco el rumbo
De esta travesía del amor.

SONE YOSHITADA (fines s. X. Yura: 'Los Estrechos de la
Buena Razón')


64
Sin sonido alguno
Pero ardiendo de pasión,
La luciérnaga está más triste
Que el quejumbroso insecto.

MINAMOTO SHIGEYUKI (s. X. Biznieto de un Emperador
y uno de los "36 genios poéticos".)


65
Desde que ella partiera
Tan impasible
Como la luna en la mañana,
Nada tan cruel
Como la luz del alba.

MIDU TADAMINE (s. X. Uno de los antólogos del Kokin-
shû y uno de los "36 poetas geniales". Autor del trabajo crí-
tico "Los diez estilos de Poesía Japonesa".)


66
Puedo sentir como crece
La soledad en mi aldea de montaña
Cuando tanto las flores como los ojos
De los hombres han partido.

MINAMOTO no MUNEYUKI (m. en 940. Nieto del Empe-
rador Kwôkô, de la familia Minamoto -una de las dos más
importantes, junto a los Taira, del medioevo japonés.)


67
El verde del pino
Es siempre verde.
Llega la primavera:
El verde del pino
Es aún más verde.

MINAMOTO no MINEYUKI

68
Hierbas y árboles
Mutan sus colores;
Pero para el florecimiento de las olas
En la vasta llanura marina
No adviene ningún otoño.

BUNYA YASUHIDE (mediados del s. X, uno de los "6 ge-
nios poéticos")

69
Que la niebla de primavera
Pareciera multicolor
Se debía simplemente
A que reflejaba los capullos
De las montañas por las que se deslizó.

FUJIWARA OKIKAZE (ca. 900. Renombrado músico.)

70
Ah, el corazón humano
Es incomprensible.
¿Qué razón hay
Para sufrir estas solitarias angustias
Siendo que ambos nos amamos?

KIYOWARA no FUKAYABU (ca. 910. Tenía un puesto
secundario en la Corte.)

71
Si no fuese por la voz
Del ruiseñor,
¿Cómo esta aldea de montaña
Donde la nieve aún no se derrite,
Conocería la primavera?

La Dama NAKATSUKASA (c. 970)

72
Los pétalos del cerezo
De la casa sin dueño
De la llanura de juncos
Seguramente caerán en el viento
Con un corazón complaciente.

HOSHI YEKEI (c. 990)


73
En una noche en que la luna
Brilla tan intensamente
Los pensamientos impronunciados
Del más discreto de los corazones
Se hacen visibles.

ISUMI SHIKIBU (n. 976?)

74
Te esperé con la ansiedad
Con que espero la llegada
De la luna,
Y tú me dejas
Tan serenamente como ella se hunde.

MURASAKI SHIKIBU (973-1014?1025?) Considerada la
inventora de la novela. Escribió el Genji Monogatari.


75
Lejana como la distante China
Está la mente
Que despierta de un sueño
En el corazón
Del otoño.

DAINI no SAMMI (s. XI)


76
Ingrávido,
Puedo seguir viviendo
En el pasajero mundo,
Sin olvidar nunca
Esta luna de medianoche.

El Emperador SANJÔ (s. XI. Reinó 5 años, antes de ser for-
zado a retirarse.)


77
El sonido de las rompientes
En la costa de Takashi;
Mis mangas gastadas y mojadas de lágrimas
Seguramente te probarían
Que yo también seré constante.

La Dama KII (Fines s. XI. Vivió en la Corte del Emperador
Horikawa. Takashi: un lugar en la costa de la provincia de
Izumi.)


78
En la noche
Las hojas de arroz en el jardín
Susurran el misterioso mensaje
Del viento de otoño
A través de mi choza de cañas.

MINAMOTO no TSUNENOBU (m. en 1096. Ministro de
Estado, o Dainagon. Poeta, pintor, músico, calígrafo. "Susu-
rran", como la seda de las Cortes que él había abandonado.)


79
A mi cabaña
Solitaria y cubierta de bardanas
Nadie se acerca,
excepto el otoño.

EGYO (s. XI. El poema alude a un tanka anónimo del Go-
senshû: "Mi cabaña donde crecen las bardanas, tiene las
voces de los insectos del verano, pero ninguna persona se
acerca a visitarme")


80
¿Acaso necesitaba otra manera
De conocer la soledad?
A lo largo de las laderas
Las encinas inclinan sus ramas
Y aún entonces la nieve no cesa de caer.

FUJIWARA KUNIFUSA (Ca. 1080. No hay más datos
acerca de este poeta)


81
No he de morir de amor
Sino que seguiré viviendo, parece:
Un grano de arena
Flotando en la espuma
De la marea que avanza.

ANÓNIMO (s. XI)


82
Noche de primavera:
Hasta los rayos de luna
Filtrándose por el ciruelo
Próximo a los aleros
Parecen quedar perfumados.

FUJIWARA no SHUNZEI  (1114-1204. Compilador del
Senzaishu, la Séptima Antología Imperial.)

83
¿Acaso volveré a ver esto:
Cazando capullos de cerezo
En el Prado Katano,
El atardecer de la primavera
Y las flores cayendo como nieve?

FUJIWARA no SHUNZEI


84
Uno no puede preguntarle a la soledad
Cómo o dónde comienza.
En la montaña de los cipreses,
Primeras horas de la noche otoñal.

El Monje JAKUREN (Fines del s. XII. Uno de los antólogos
del Shinkokinshû.)

85
Shiga, la capital,
Shiga, la de las olas agitadas,
Yace ahora en ruinas.
Los cerezos en la montaña
Permanecen como antes.

TAIRA TADANORI (1144-1184)


86
Guardián de la Empalizada Suma,
¿Cuántas noches
Te has despertado
Con el grito de los pájaros de la costa
De la Isla de Awaji?

MINAMOTO no KANEMASA (s. XII. Miembro de una es-
tirpe de la nobleza, rivales de los Taira.)

87
Ya han regresado
Las flores a sus semillas
Y las aves a sus antiguos nidos.
Pero ninguno sabe
Adónde se ha ido la primavera.

El Emperador SUTTOKU (s. XII)


88
Puede que viva
Hasta extrañar este tiempo
En el que estoy tan infeliz,
Y recordarlo tiernamente.

FUJIWARA no KIYOSUKE (m. en 1177. Compilaba una An-
tología, la Zoku Shika Shu, que quedó incompleta debido a su
muerte y por eso no figura entre las Antologías Imperiales.)

89
¿Me amará siempre?
No puedo leer su corazón.
Esta mañana mis pensamientos
Están tan desordenados
Como mis negros cabellos.

La Dama HORIKAWA (s. XII)


90
En la aldea montañesa
Me despierta
El viento entre las hojas.
En lo profundo de la noche
Oigo gritar a los venados.

MINAMOTO no MORITADA (s. XII. Oficial de la Guardia
Imperial.)


91
¿De qué cumbres
Provienen estas flores?
Caen en cascada
Sobre mi jardín
Como liberadas de un dique.

Princesa SHIKISHI (m. en 1201, era la tercera hija del Em-
perador Go-Shirakawa (1127-1192). Una de las "Tres Talen-
tosas Mujeres" junto a Kunaikyo y a 'la hija de Shunzei')

92
Por la luz o la oscuridad
Del verde de los campos
Donde jóvenes tallos brotan,
Puede saberse con certeza
Donde la nieve se derritió primero.

KUNAIKYO (m. en 1207. También reconocida como pin-
tora.

93
¿Dónde están los pastos
Que estoy destinado a liar
Para armar una almohada de viajero?
Cualquier punto de detención es un destino,
Entre los brezales, mientras cae la noche.

KAMO no CHOMEI (1153-1216)


94
La manga de mi vestido,
Como una roca en el mar abierto,
Oculta y desconocida para el hombre,
Aún cuando descienda la marea,
Ni por un instante se seca.

La Dama SANUKI (Com. s. XIII)


95
Si tan sólo el mundo
Pudiera permanecer así para siempre:
¡Qué delicadas, las líneas de remolque
De los pequeños pesqueros
Remolcados a lo largo de la costa!

MINAMOTO no SANETOMO (1192-1219). Fue el tercer
Shogun de la Era Kamakura, asesinado por su sobrino.


96
Cuando el guerrero alza el brazo
Para enderezar las flechas en el carcaj,
Fulgura el granizo
De su guante.
La llanura de pasto-bambú de Nasu.

MINAMOTO no SANETOMO


97
Cerca de la cima del Monte Miyoshino
Los vientos de otoño soplan tristeza;
Las aldeanas baten paños de tela*.
Escucho su alegre estrépito,
En esta noche tan fría y clara.

El Consejero MASATSUNE (1170-1221. Hijo de Toshinari,
hermano de Sadaiye, fue uno de los compiladores del Shin-
kokinshû.
*Las batas eran golpeadas con un mazo de madera sobre un
bloque de madera en el otoño. Evoca a la esposa limpiando
las batas de un marido lejos del hogar.


98
Sobre rocas caminé
De montaña en montaña
Sin mirar hacia atrás:
Hasta que a mis espaldas los capullos
Se convirtieron en capas de nubes blancas.

ASUKAI MASATSUNE (1170-1221)


99
Porque la neblina envuelve
La cabaña de hierbas
En que vivo,
Siento como si
Me hubiese disuelto en el cielo.

MYOE (1173-1232. Monje budista del período Kamakura.)


100
Cuántos otoños he pasado
De mil maneras deshecho
Afligiéndome
A solas
Con la luna.

FUJIWARA no TEIKA (1162-1241)

101
Sólo este año
Ha comenzado a florecer:
¿Cómo puede ser, entonces,
Que el perfume del naranjo silvestre*
Sea uno de hace tanto tiempo?

FUJIWARA no IETAKA (1158-1237. Sobrino de Fujiwara
no Teika y uno de los compiladores del Shinkokinshû, en el
que aparecen 43 poemas suyos.)
* Tachibana: conocido por la belleza de sus flores, se creía
que su perfume era un fuerte estimulante de la memoria.


102
Llegado el invierno,
Puede haber algún claro
En las nubes de lluvia,
Pero ningún día pasa
Sin chaparrones de hojas que caen.

FUJIWARA no TAMEIE (1198-1275) Hijo de Teika, llegó
a ser Ministro de la Corte y recopilador de dos Antologías
Imperiales.


103
En Sasanami
Los pinos son tal como fueran
En la Era de los Dioses-
Y también como en los tiempos idos
Es el viento de la bahía.

FUJIWARA no TAMEUJI (1222-1286. Hijo de Fujiwara
no Tameie y nieto de Teika.


104
Ni siquiera por el ratito
Que llevaría contarle a los demás
Que han florecido
Querría dejar mi sitio
Debajo de los cerezos.

YOSHIDA no KENKO (n. en 1283)


105
Aunque el suave brillo
Del sol al atardecer
Relumbra sobre las olas,
La pequeña isla en la distancia
Se hunde suavemente en la penumbra.

KYOGOKU TAMEKANE (1254-1332) Biznieto de Fujiwa-
ra no Teika, dos veces exiliado, compiló el Gyokuyôshû.


106
Hace ya tiempo sin nubes,
Este corazón mío se ha despejado
De su propio acorde-
Es bueno mirar y mirar
Hasta que uno ha absorbido la luna.

La Dama JUSAMI CHIKAKO (ca. 1300) Mezcla del sím-
bolo religioso tradicional, la luna, con la influencia del Zen.

107
En cada casa de familia
Apurados ruidos de gente ocupada:
El inicio del día.
Pero qué sereno es el blanquear del cielo
sobre las colinas.

El Emperador HANAZONO (1297-1348)





Versiones del inglés: Robert R. Rivas (c)





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